A pocos días de las elecciones federales alemanas, que se celebrarán este domingo 23 de febrero, los grandes medios de comunicación, nos aseguran que un buen resultado de Alternativa para Alemania es un peligro para el país, para la Unión Europea y para todos nosotros en general.
Alternativa para Alemania, conocido por sus siglas, AFD, es un partido patriota, soberanista y anti globalista. Su programa electoral, se puede resumir en defender a los alemanes, remigración de inmigrantes ilegales, defender la identidad alemana, proteger sus sectores productivos y recuperar la sensatez a la hora de hacer política. Vamos, lo mismo que defiende VOX en España. De hecho, aunque ambos partidos no compartan grupo en el Parlamento Europeo, sus parecidos son notables.
Sin embargo, de manera bastante ridícula, desde todos los medios de comunicación, nos alertan del peligro que implica este partido, utilizando absurdas etiquetas muy vistas ya como «extrema derecha», «ultraderecha» y toda clase de lindezas. Alemania, un país que ha sufrido la semana pasada el enésimo atentado islamista a manos de un afgano solicitante de asilo, haciéndonos creer que el peligro es un partido que quiere recuperar la seguridad y por lo tanto la libertad, en ese país, que es el corazón de Europa.
AFD, como el FPÖ en Austria, VOX en España, Chega en Portugal, Le Pen en Francia, Orban en Hungría o Meloni en Italia; han sufrido y sufren la estigmatización por parte del resto de partidos y por parte de los grandes medios: televisión, prensa y radio. Medios, que, por suerte, cada vez tienen menos seguidores y menos influencia.
Partidos políticos, que lo único que buscan es recuperar la identidad europea, defender las fronteras, defender el campo nacional, la industria, la libertad, la prosperidad, la seguridad, la cultura occidental, la familia, la natalidad y toda una serie de valores básicos que han hecho prosperar y avanzar nuestro continente.
Sin embargo, los demás partidos, acusan a estos de ser “radicales” y querer acabar con el espíritu de Europa. ¿Qué espíritu? ¿Llenar Europa de inmigrantes ilegales para traer el caos a las ciudades, importar mano de obra barata, modificar censos electorales y crear problemas de inseguridad, violencia y delincuencia? ¿Prohibirnos el coche y nuestro modo de vida por la tontería del cambio climático? ¿Destruir nuestro campo para importar productos de peor calidad a los que no se les exige los mismos controles fitosanitarios? ¿Qué un tío con barba diga que es una mujer y se llama Marisa? ¿La ridícula moda del taponcito unido a la botella?
Europa necesita un cambio urgente. Alemania necesita un cambio urgente. Alemania necesita la sensatez de AFD. Las elecciones de este domingo influirán en el resto del continente. Que haya suerte.








