La abogada conocida en redes sociales asegura estar muy dolida porque “no soy racista y para mí todas las personas valen lo mismo”
Begoña Gerpe es muy conocida en redes sociales, especialmente en Youtube. Es licenciada en Derecho por la UDC tras el paso por la Universidad de León donde comencé mis estudios universitarios. También diplomada en Práctica Jurídica por la EPJ “Decano Iglesias Corral” de La Coruña y especialista en Derecho de familia.
Tiene gran experiencia. Como ella cuenta, “ejerzo como abogada desde el año 2009 y soy una de las abogadas pioneras en España en la utilización de las redes sociales como medio de divulgación de contenido jurídico y experiencias profesionales”.
Su forma de relatar dio lugar a que el Consejo General de Procuradores “se hiciera eco de uno de mis videos y lo publicara en su página oficial.
En la actualidad forma una comunidad de más de 34.000 integrantes que va creciendo cada día, con más de 3.000.000 de visualizaciones, en la que da voz a abogados jóvenes y no tan jóvenes.
“Me fui de España”
Hasta ahí todo normal, pero ayer publicó un video titulado: “Me fui de España y os cuento todo”. Y es que como relata, casi con lágrimas en los ojos, ha tenido que abandonar el país “al verse acorralada” ante ciertas situaciones derivadas de una publicación en Youtube. Ha confirmado que se encuentra en Andorra.
Como ella mismo cuenta, publicó un video cuando estaba embarazada de su hijo, en 2023. Comentó una noticia sobre jóvenes de etnia gitana. A los pocos días, como ella afirma, recibió insultos a través de Instagram de una mujer. Que después hizo una campaña de cancelación y “recibí amenazas de muerte”. “Me topé con dos videos” de dos mujeres. Les dijeron a su audiencia que “yo era racista” y que ponían a disposición de los suyos denuncias redactadas.
Al cabo de unos meses, cuando la abogada iba a dar a luz recibe una citación judicial para declarar. “Yo en ese momento me vengo abajo”. “Y fui y conté la verdad” sobre lo del video.
Tras dar a luz, la situación no se movía. Y “voy a presentar escrito al Juzgado para aportar todas las pruebas”. “Todo lo que digo en el video es verdad: lo dije y lo mantengo, me condenen o no. Lo he vivido. La verdad no es odio. Para algunos es inasumible por vergonzante”.
Prórroga de la instrucción
“Aporto el escrito y solicito el sobreseimiento de la causa”. Pero Begoña Gerpe recibe una notificación sobre la prórroga de la instrucción seis meses más. Entre tanto, Rufián en el Congreso dice que hablar mal del Gobierno no puede salir gratis y que a los youtubers les tendrían que poner multas que no pudieran pagar.
Alguien le dice que lo que está haciendo es peligroso. “No voy a borrar los videos que he publicado. Decir la verdad no es delito y además son mis opiniones y experiencias personales”.
Ella sigue grabando pero empieza a consultar con colegas, entre amenazas, la manera de irse de España para poder seguir haciendo lo que hace.
En 2024, como recalca la abogada, se firma el ‘pacto antigitano’, a excepción de Vox. “Por eso voto a Vox”. Sus amigos le advierten: “Begoña vete, que te van a poner una multa y no vas a poder levantar cabeza”. Y mientras, la causa no se archiva. Y lo peor es que el procedimiento judicial sigue. “Ahí ya me asusto”. Entonces, “empecé a mover los papeles. Llevo tres meses muy mal”.
Asociaciones «que piden mi cabeza»
Irse de España es una decisión que ha tomado con la cabeza y no con el corazón. Porque al ir al juzgado, “me encuentro que aparte de la Fiscalía hay siete asociaciones de las que reciben financiación pública pidiendo mi cabeza”. Siete aso asociaciones que se han unido a la propia Fiscalía.
También resalta que en 2025, ha salido Felipe VI a felicitar a los gitanos por su aportación a la sociedad. “El siguiente paso es buscar una cabeza de turco”.
Y Begoña Gerpe insiste que primero fueron las feministas las que quisieron ‘cancelarla’. Y ahora algunos colectivos feministas se han unido a esta causa contra ella. “Me ha dolido porque yo no soy racista. Para mí, todas las personas son iguales, valen lo mismo. Me ha dolido el tener que irme. Acabo de llegar y ya estoy pensando en volver… Yo no me olvido. No sé cómo me voy a cobrar esta injusticia, pero me la voy a cobrar”. Y advierte: quizás entre en política o fundando su propia asociación. “Porque yo no me ido de España, me han echado de España”.
