Todo sucede tras el colapso de pedidos por la guerra comercial arancelaria promovida en EEUU por el presidente Donald Trump
Las fábricas en China han comenzado a ralentizar la producción y a suspender temporalmente a algunos trabajadores debido a que la guerra de aranceles desatada por el presidente de EEUU, Donald Trump.
La realidad es que esta guerra comercial ha provocado una caída en los pedidos de productos que van desde jeans hasta electrodomésticos.
Con la mayoría de los productos chinos gravados con fuertes aranceles, algunos propietarios de fábricas afirman que los clientes estadounidenses han cancelado o suspendido pedidos.
Los trabajadores chinos han señalado que la guerra comercial ha provocado la suspensión de la producción durante una semana o más en plantas que fabrican múltiples productos. Entre ellos suelas de zapatos, jeans, enchufes eléctricos o estufas portátiles. Es una información que recoge el Financial Times.
El medio resalta que tres reclutadores de fábricas en Guangdong que trabajan con fabricantes dijeron que más plantas están recortando horas extras y trabajo de fines de semana.
Detención temporal en fábricas
«Los pedidos de exportación desaparecieron, así que hemos detenido temporalmente», señala una trabajadora de 28 años de una fábrica de plásticos en la provincia de Fujian.
Los trabajadores han publicado videos en la plataforma Douyin mostrando fábricas silenciosas. Directivos de DeHong Electrical Products en Dongguan, provincia de Guangdong, concedieron un mes de permiso con salario mínimo a sus empleados y señalaron que la fábrica afronta «una presión significativa a corto plazo» tras la suspensión de pedidos por parte de sus clientes.
«La dirección está trabajando arduamente para encontrar soluciones, incluyendo expandirse a nuevos mercados y optimizar estructuras de costos, para que podamos reanudar operaciones normales lo antes posible», decía un aviso de DeHong, según el diario británico Financial Times.
China también emplea a decenas de miles de personas en su cadena de suministro de electrónica, y Washington ha eximido a los smartphones y algunos otros dispositivos de los aranceles más altos.








