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Málaga no puede seguir pagando la fiesta de otros

Yolanda Gómez Marín, Concejal del Grupo Municipal VOX en el Ayuntamiento de Málaga

En Málaga sobran manos que trabajan por su ciudad y faltan recursos que las respalden.
Mientras nuestras asociaciones culturales, vecinales y sociales hacen malabares para sobrevivir, el Ayuntamiento reparte millones de euros fuera de nuestras fronteras. Y sí, lo hace con el dinero de todos los malagueños.

El equipo de gobierno del Partido Popular destina cada año más de un millón de euros a proyectos de cooperación internacional, financiando ONG con sede fuera de Málaga que operan en países como Uganda, Guinea, India, Marruecos o el Amazonas. ¿Objetivos? Desde la seguridad de aldeas remotas hasta la implantación de placas solares o la agenda 2030 en el extranjero. Pregunto: ¿de verdad ese es el uso más urgente del dinero municipal?

Mientras tanto, las asociaciones culturales malagueñas reciben apenas 22.500 euros, repartidos en una línea residual que es poco menos que una limosna. Por poner un ejemplo concreto: la subvención asignada este año para recuperar las cerámicas y cuadros del histórico Café de Chinitas ha sido de 1.000 euros. Una cantidad irrisoria, una ofensa al patrimonio malagueño.

Y lo que no se da al exterior, se da a dedo. Hemos detectado cómo el Plan Estratégico de Subvenciones del Ayuntamiento ha sido modificado hasta en ocho ocasiones en lo que va de año, pasando de los 23,8 millones de euros iniciales a más de 42 millones. De ese dinero, un 36,48% se concede de forma nominativa, es decir, sin concurrencia competitiva, sin transparencia y sin justificación pública clara.

Un caso especialmente escandaloso: 99.000 euros entregados a una empresa privada para patrocinar un evento cultural, cuya única finalidad parece ser mejorar la posición de Málaga en un ranking. ¿De verdad eso es prioritario frente a las necesidades reales de nuestros barrios?

La normativa sobre subvenciones establece que las nominativas deben reservarse para situaciones excepcionales. ¿Alguien puede creer que más de un tercio del dinero público se entrega en condiciones excepcionales? Lo que estamos viendo es una red clientelar que reparte millones con total opacidad, favoreciendo a entidades afines y dejando fuera a quienes trabajan día a día por Málaga.

Y no hablamos solo de cultura

Hablamos de un modelo. Un modelo en el que se priorizan los proyectos elitistas y los “museos franquicia”, como el Pompidou, que nos cuesta un millón de euros al año solo por usar su nombre, sin que sus cifras de visitas o impacto económico justifiquen el gasto. Ese millón, igual que el que va a ONG internacionales, podría ir destinado a reforzar nuestras barriadas, a mejorar nuestras infraestructuras, a apoyar a nuestras familias o a dignificar la labor de nuestras asociaciones.

A todo esto se suma el abandono de nuestras tradiciones. El PP ha recortado las ayudas a las bandas de música cofrade, pasando de 50.000 euros a un ridículo patrocinio de 12.000 euros, que apenas cubre algunos conciertos. Ni un solo euro para renovar instrumentos. Todo ello después de que la música cofrade fuera declarada Bien de Interés Cultural por el Parlamento de Andalucía en 2022.

¿Y qué ha hecho el Ayuntamiento de Málaga? Todo lo contrario a lo que prometió: mientras ciudades como Sevilla o Valencia refuerzan sus compromisos con las cofradías, Málaga deja que nuestras bandas se hundan en la precariedad. Y eso que la Semana Santa generó en 2023 más de 400 millones de euros para la economía local.

¿Dónde está el dinero, señor alcalde?

También denunciamos el abandono del Cortijo de Torres, que fuera del periodo de Feria es una ciudad fantasma. Y ahora, el PP ha decidido rematar a los colectivos que dan vida a la Feria imponiendo una nueva tasa a las casetas, lo que provocará que las asociaciones sin ánimo de lucro —que son las verdaderas depositarias de la tradición popular malagueña— no puedan subsistir. Desde VOX propusimos que, al menos, se les permitiera usar esas casetas durante el resto del año, para darles utilidad y compensar el pago de la tasa. ¿La respuesta del PP? Un no rotundo.

Lo decimos alto y claro: Málaga necesita un cambio de rumbo. El dinero de nuestros vecinos no puede seguir destinado a financiar proyectos ajenos, lujos culturales sin arraigo, ni favores políticos encubiertos en forma de subvenciones nominativas.

Desde VOX defendemos que cada euro del presupuesto municipal debe revertir en Málaga. En sus barrios, en sus vecinos, en su cultura, en sus tradiciones. Mientras otros siguen repartiendo millones entre colectivos ajenos y eventos opacos, nosotros seguiremos defendiendo con firmeza lo nuestro: lo malagueño.

1 Comment

  1. Juan Gutiérrez Díaz
    Mié 07 mayo 2025 @ 19:07

    Que el PP es peor que el PS, no lo duda ni Feijoo.

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