Una columna de humo blanco en la chimenea de la Capilla Sixtina anuncia la elección de un nuevo Papa
Pasadas las 18:07 horas, la fumata blanca surgió de la chimenea de la Capilla Sixtina anunciando que el Cónclave ha finalizado con la elección de un nuevo Papa.
El sucesor del fallecido Papa Francisco acaba se ganar la votación vespertina del segundo día del Cónclave tras obtener una mayoría cualificada de 2/3 (más de 89 votos) de los 133 Cardenales Electores.
El candidato elegido para portar el Anillo del Pescador y el nombre que adoptará en su pontificado se conocerán en los próximos minutos.
El ritual de aceptación
Tal como recoge ‘Vatican News’, el medio oficial de la Santa Sede, una vez que un cardenal presente en la Capilla Sixtina logra la mayoría, el primero de los cardenales por orden y antigüedad —o, si es el nuevo Papa, el segundo—, en nombre de todo el Colegio de Electores, pregunta en latín al candidato: «¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?» Y, apenas recibido el consentimiento, le pregunta: «¿Con qué nombre deseas ser llamado?».
El Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, actuando como notario y en presencia de dos ceremonieros como testigos, redacta el documento que certifica la aceptación del nuevo Pontífice y el nombre que ha elegido.
El Cónclave concluye una vez que el nuevo Papa da su consentimiento a la elección, “a menos que Él disponga otra cosa”, resume el citado medio.
La Sala de las Lágrimas
Una vez concluido el rito de aceptación, se queman las papeletas y documentos de la elección, y la fumata blanca confirma que ya se eligió un nuevo Pontífice.
Mientras los fieles en la Plaza de San Pedro celebran y esperan conocer al nuevo Pontífice, este abandona la Capilla Sixtina y entra en la sacristía, conocida como la “Sala de las Lágrimas”. Allí, con la ayuda del Maestro de las Celebraciones Litúrgicas, se reviste con una de las sotanas papales ya preparadas.
Al regresar a la Capilla Sixtina, tiene lugar una breve ceremonia con un saludo del cardenal decano del Orden de los Obispos. Luego, el primero de los cardenales presbíteros proclama un pasaje del Evangelio, como: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” o “Apacienta mis ovejas”.
Después, el cardenal protodiácono eleva una oración por el recién elegido Sucesor de Pedro y el resto de cardenales presentes pasan ante el nuevo Papa para manifestarle su homenaje y obediencia.
Finalmente, todos entonan juntos el himno del Te Deum, iniciado por el nuevo Pontífice.








