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Hoy en Barcelona: se presenta Un faro en la tempestad, el libro que rescata la voz profética de Monseñor Guerra Campos

Este miércoles 14 de mayo, a las 19:00 horas, el Hotel Catalonia Diagonal Center de Barcelona acoge un evento que va más allá de lo literario: es una convocatoria espiritual, una llamada a la conciencia católica y una proclamación de fidelidad a la verdad perenne de la Iglesia.

En tiempos marcados por la confusión doctrinal, la crisis de identidad eclesial y el avance de un secularismo agresivo que desdibuja las raíces cristianas de España, esta tarde se presenta en Barcelona una obra que busca reavivar la fe en muchos, esclarecer a los confundidos y ofrecer una guía sólida frente a las tormentas del presente. El libro se titula Un faro en la tempestad. Enseñanzas de un obispo contra la infiltración de la secta modernista, y está dedicado a la figura de Monseñor José Guerra Campos, uno de los obispos españoles más relevantes —y a la vez más silenciados— del siglo XX.

El editor de la obra, el historiador y diputado Manuel Acosta Elías, ha recopilado, ordenado y contextualizado un valioso archivo de escritos, homilías, conferencias y cartas del prelado, muchas de ellas inéditas hasta hoy. El prólogo corre a cargo del obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, figura destacada en el panorama católico español actual, y quien ha reivindicado públicamente el legado de Guerra Campos como un ejemplo de integridad doctrinal y lucidez teológica.

Una presentación con carácter de acontecimiento

Lejos de ser una presentación editorial al uso, el acto de esta tarde se plantea como una verdadera proclamación de principios. Están convocados no solo lectores o estudiosos, sino todos aquellos católicos —laicos, religiosos y sacerdotes— que sienten la necesidad de anclar su fe en la roca firme de la Tradición, frente al oleaje de las modas ideológicas y las ambigüedades teológicas.

Junto al editor, participará en el evento el sacerdote Rodrigo Menéndez Piñar, conocido por su defensa firme del Magisterio de la Iglesia, de la liturgia tradicional y de los valores no negociables del orden natural y sobrenatural. Ambos intervendrán con la claridad y el coraje que caracterizaron al propio Guerra Campos.

Se espera una asistencia numerosa de fieles, intelectuales católicos, jóvenes universitarios, miembros de movimientos eclesiales y creyentes que, lejos de resignarse, buscan formación, verdad y una dirección clara.

José Guerra Campos: el obispo que no se dejó doblegar

Pocos nombres suscitan tanta admiración y al mismo tiempo tanto silencio como el de Monseñor José Guerra Campos. Doctor en Teología por la Universidad Gregoriana, miembro del CSIC, catedrático, filósofo, perito en el Concilio Vaticano II y obispo de Cuenca durante más de quince años, Guerra Campos fue una figura intelectual de primera fila. Pero más allá de sus credenciales académicas, fue sobre todo un pastor fiel a la verdad revelada, a la Eucaristía, al Magisterio auténtico y al alma cristiana de su patria.

Durante el Concilio, fue uno de los pocos obispos españoles que se atrevió a denunciar, incluso públicamente, las corrientes ideológicas que pretendían reinterpretar los documentos conciliares desde el prisma del materialismo, del relativismo o del sentimentalismo pastoral. Su histórica intervención en Roma, el 26 de octubre de 1964, defendiendo la trascendencia cristiana frente al ateísmo moderno, fue recogida incluso por la prensa comunista europea, impactada por la claridad de sus argumentos.

A partir de entonces, su figura fue incómoda para muchos. En lugar de ser promovido, fue progresivamente relegado. Pero no calló. Nunca negoció su fe. Nunca traicionó su conciencia. Y hoy, cuando los frutos del modernismo comienzan a hacerse más visibles y dolorosos, su figura resurge con fuerza entre quienes buscan respuestas.

Una obra de referencia para tiempos de confusión

Un faro en la tempestad no es simplemente una recopilación de textos. Es un catecismo de resistencia. Una obra que ilumina con profundidad y claridad los procesos que han llevado a buena parte de la Iglesia especialmente en Europa a una situación de anemia espiritual, relativismo moral y pérdida de fervor misionero.

El lector encontrará en sus páginas documentos inéditos, escritos pastorales, reflexiones teológicas y discursos que abordan los grandes temas del siglo XX —la secularización, el marxismo cultural, la crisis litúrgica, la deriva del clero, la crisis de los seminarios— con un lenguaje firme, pero nunca desesperanzado.

La propuesta de Guerra Campos no fue reaccionaria, sino profundamente evangélica. Su crítica al modernismo no partía del miedo, sino del amor a la verdad y a la Iglesia. De ahí que el libro, más que un memorial del pasado, se convierta en una herramienta formativa para el presente.

El modernismo, una herida aún abierta

Uno de los ejes centrales de la obra es la denuncia clara del modernismo, esa corriente que, como ya advirtiera San Pío X en su encíclica Pascendi Dominici Gregis, pretende reinterpretar el dogma cristiano según criterios subjetivos, filosóficos o sociológicos. Guerra Campos lo definió como “el intento de redibujar el cristianismo según las categorías del mundo, desfigurando su esencia sobrenatural”.

A lo largo del libro se muestra cómo el modernismo ha debilitado la enseñanza del catecismo, relativizado los sacramentos, banalizado la liturgia, oscurecido la adoración eucarística y reducido la misión de la Iglesia a una acción social bienintencionada, pero vacía de Cristo.

Frente a esta deriva, Un faro en la tempestad ofrece argumentos sólidos, citas esclarecedoras y una visión de la fe católica profundamente enraizada en la Escritura, en la Tradición y en el Magisterio auténtico.

Hoy se alza una voz. Hoy se enciende una luz.

Lo que tendrá lugar hoy en Barcelona no es simplemente un acto cultural. Es un acto de afirmación espiritual y eclesial. Es un gesto de valentía en un contexto en el que muchos prefieren callar. Es la reivindicación de un pastor que supo hablar cuando otros guardaban silencio. Es, sobre todo, una oportunidad para mirar al futuro sin ingenuidad, pero también sin miedo.

El momento que vive la Iglesia exige claridad, fidelidad, formación y coraje. Esta tarde, en el corazón de una ciudad tan combativa como Barcelona, esas virtudes volverán a ser proclamadas.

Porque la fe no es solo una herencia. Es una responsabilidad. Y defenderla no es una opción: es un deber.

Quien asista hoy no solo escuchará palabras. Participará en un momento de gracia. En una llamada. En un despertar. Porque hay libros que se leen, y otros que se viven. Y Un faro en la tempestad pertenece, sin duda, a la segunda categoría.

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