Unanimidad entre diplomáticos y sindicatos sobre la mala gestión de recursos humanos del Ministerio
Continúan, y cada vez más fuertes, las críticas hacia al ministro Albares y su mala, por no decir lamentable, gestión de recursos humanos en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Así lo confirma ABC.
Y es que el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares está en otras cosas. Y hoy se ha dedicado a asegurar que el catalán, el euskera y el gallego “tarde o temprano serán oficiales” en la Unión Europea.
Lo ha dicho Albares en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, en respuesta al portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Le preguntó por su capacidad de influencia en Europa, después del aplazamiento ayer en el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea, de la votación para el reconocimiento del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales de la UE.
Y al tiempo, han llegado al Congreso de los Diputados representantes de los distintos colectivos de personal del Asuntos Exteriores. Entre ellos diplomáticos y funcionarios. Lamentan lo que llaman “situación crítica” a la que ha llegado el servicio gracias a Albares.
De hecho, la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) había solicitado una reunión con sus señorías para transmitirles la situación y en el análisis coincidieron la Federación Española de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado (Fedeca), Comisiones Obreras y CSIF.
Este último puso sobre la mesa las malas condiciones que sufre el personal laboral, con lo que la Mesa y los portavoces de la Comisión de Exteriores tuvieron una radiografía completa de la situación interna.
Desatención y desinterés
Desde CSIF, su delegado en Exteriores José Luis Sánchez, habla de “desinterés”, “desatención” e incluso “cerrazón” del actual equipo de Exteriores liderado por Albares en todo lo relacionado con la gestión de personal, y en la existencia de unanimidad de todos los colectivos presentes en ese diagnóstico.
La principal demanda: que la Ley de la Acción y el Servicio Exterior se está incumpliendo sistemáticamente. Algo de lo que culpabilizan principalmente a Exteriores pero también a Hacienda y Función Pública.
