Un PIB más grande no es sinónimo de una mayor prosperidad para la mayoría de los ciudadanos
Este Gobierno del Sanchismo no deja de vanagloriarse de que España es líder en crecimiento en toda Europa. Como apunta El Economista, la producción “se expande a un ritmo más que notable”, pero sigue aumentando el riesgo de pobreza infantil.
España está, oficialmente en el Top 12 de las economías en cuanto a tamaño del PIB. “Sin embargo, un PIB más grande no es sinónimo de una mayor prosperidad para la mayoría de los ciudadanos”.
En el caso de España, estos avances no parecen haberse distribuido de una forma igualitaria, tal y como refleja Eurostat en relación al riesgo de pobreza y exclusión infantil.
España ha empeorado en este indicador en 2024. Solo Bulgaria presenta un dato peor, mientras que el riesgo de pobreza infantil en España es hoy mayor que el de Rumanía.
Inmigración
Parte de la explicación, señala El Economista, “podría deberse al aumento de la población extranjera (con mayores tasas de fertilidad) que llega a España para ocupar los puestos en sectores con salarios relativamente bajos”.
España fue en 2024 el segundo país de la Unión Europea (UE) con un mayor porcentaje de niños en riesgo de exclusión social, un 34,6%, lo que se tradujo en más de 2,7 millones menores de 18 años en esta situación, informó este miércoles la oficina de estadística comunitaria Eurostat.
Tan solo estuvo por detrás de Bulgaria, que tuvo un 35,1% de menores en esta situación, y fue seguida por Rumanía en tercer lugar (33,8%) y Grecia como cuarto (27,9%).
Por otro lado, los países con un menor porcentaje fueron Eslovenia (11,8%), Chipre (14,8%) y Chequia (15,4%). En el caso de la Unión, un total de 24,2% del total de menores de 18 años estuvo en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que se tradujo en 19,5 millones de niños en el territorio.
Ingresos insuficientes
La pobreza infantil en España se refiere a la situación de los menores de 18 años que viven en hogares con ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades básicas, como alimentación, vivienda, educación y atención médica. Se manifiesta en la falta de recursos para acceder a una vida digna y afecta significativamente el desarrollo y bienestar de los niños y adolescentes.








