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La mayoría de los presuntos acosos de Paco Salazar se perpetraron en Moncloa

Advertido en 2018 sobre Salazar, Sánchez preguntó si eran ‘comentarios de mujeres’ o había pruebas o denuncias

La mayoría de las presuntas situaciones de acoso cometidas por el nº2 del gabinete de Sánchez, Paco Salazar, se produjeron en el complejo presidencial. En concreto, según distintas fuentes consultadas por Vozpópuli, «Salazar fichaba a las asesoras con el único fin de intimar con ellas».

Cuando las mujeres se incorporaban a su puesto, explica una afectada, «empezaba un calvario con proposiciones indecentes y llamadas fuera de hora con fines no únicamente profesionales». El citado medio añade que una de las mujeres socialistas presuntamente acosadas por Salazar es la alcaldesa de cierta gran ciudad.

Con la alcaldesa, según confirmaron fuentes socialistas al citado digital, son un total de cinco casos de mujeres que comunicaron los comportamientos del alto cargo del PSOE sevillano y hombre de confianza de Sánchez.

Presunto acoso a periodistas que seguían al PSOE

Otro dirigente socialista añade que Salazar también tenía esos comportamientos inadecuados con periodistas que seguían al PSOE, a quienes «llevaba a cenar para contarles informaciones reservadas del Gobierno y del partido». En muchos casos, añade la fuente interna del PSOE al citado periódico, «las periodistas iban acompañadas conscientes de que Salazar era un baboso».

The Objective añade que el mismo jefe de gabinete de Pedro Sánchez en 2018, Juanma Serrano, le alertó del “comportamiento inadecuado con varias periodistas” de Salazar antes de llegar a Moncloa. Sin embargo, Sánchez le incorporó a su gabinete tras la moción de censura que le dio el Gobierno.

Advertido en 2018, Sánchez preguntó si eran ‘comentarios de mujeres’ o había pruebas

Según recoge la periodista Ketty Garat, llegó a celebrarse una reunión entre Sánchez y su equipo en Ferraz, en la que Juanma Serrano, le alertó de “un problema generalizado”.

Sin embargo, fuentes socialistas aseguraron al citado medio que Sánchez se limitó a decir: “Esto habrá que demostrarlo, ¿no?”, para acto seguido preguntar si existían denuncias o pruebas más allá de “comentarios de mujeres”.

En su momento, según otras fuentes socialistas a las que se refiere el digital, Sánchez se limitó a darle “un toque” a Salazar, dijo a su equipo que “habló con él” y el resultado fue que “no cambió nada”.

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