Stefan Simeonov huyó de España la semana pasada y Simeon Stefanov, en paradero desconocido, tampoco compareció este lunes ante la Audiencia Provincial
Se fugan los dos únicos condenados por la brutal violación grupal de una niña de 14 años, en septiembre de 2020. Conocidos como la ‘manada de Valencia’, los búlgaros Simeon Stefanov y Stefan Simeonov estaban en libertad provisional.
Pese a la evidencia de una fuga de un primer condenado, antes de que un juzgado hiciese efectivo el ingreso en prisión, la Audiencia Provincial de Valencia no emitió la orden europea de busca del violador.
La Audiencia Provincial esperó a ver si aparecían los condenados este lunes
El letrado de la víctima solicitó a la sala el mismo viernes, conocida la fuga del primer criminal, la orden de detención inmediata, que le fue rechazada hasta ver si el otro reo, Simeon Stefanov, comparecía este lunes.
Hoy lunes se celebraba la vista en la que se decidiría si entraban en prisión ambos condenados -por sentencia no firme- que disfrutaban de libertad condicional. En cuanto al otro violador, Simeon Stefanov, sobre quien pesa la condena de 20 años, tampoco se presentó a la vista judicial de este lunes en la que se decidiría su ingreso o no en prisión.
Las autoridades alemanas lo dejaron ir, porque no tenía orden de busca y captura
El viernes adelantó en exclusiva Levante-EMV que Stefan Simeonov, condenado a 12 años de prisión, se le detectó por casualidad por la policía entrando a Alemania desde Austria.
La Audiencia de Valencia le prohibió salir de España, pero el búlgaro en libertad provisional se fugó y, como no existía orden de busca y captura, las autoridades alemanas que lo detuvieron en el puesto fronterizo de Hörbranz, lo dejaron seguir su camino.
El abogado lamentó el hundimiento emocional de la joven víctima ante las fugas: «Después de cinco años se dicta sentencia y ahora, sus agresores se fugan… No hace falta mucho para imaginar cómo se encuentra y cómo lo está viviendo. Lo bien cierto es que, si no se toman medidas inmediatas y reales, no solo sobre el papel, todo el esfuerzo no sirve absolutamente de nada».








