Pucherazo: Ferraz orquestó una campaña contra la expresidenta de la Junta diez meses antes de las primarias de Andalucía
Se confirma la mafia Sanchista, esta vez contra una de las suyas: Susana Díaz. Ella lo sabe, y aun así, muestra a veces en televisión una desvergüenza inaudita en dar su apoyo a Pedro Sánchez,
La dirección nacional del PSOE orquestó una campaña para derribar a Susana Díaz en Andalucía desde al menos diez meses antes de las primarias. Pedro Sánchez se fijó como objetivo el control absoluto del partido en Andalucía, que era el gran bastión que le quedaba por conquistar. Movilizó a Ábalos y Cerdán para asegurarse los apoyos totales hacia su candidato, y eso que ni siquiera lo tenía.
Un audio al que ha tenido acceso ABC de una de las fontaneras, otra más, que participaron en el amaño de las votaciones mediante el envío masivo de nuevos afiliados directamente a Ferraz, María Iglesias, deja a las claras el único propósito del movimiento que Sánchez desplegó en Andalucía. “Hubiéramos apoyado a cualquiera que no fuera Susana Díaz. Fue Juan Espadas, pero hubiéramos apoyado a Periquito el de los palotes. Obviamente no a Susana después de haber ido contra Pedro”.
Iglesias respondía así en un grupo de WhatsApp de socialistas a la información publicada por ABC. En ella se relataba cómo la actual secretaria de Economía Social, Autónomos y Comercio de la ejecutiva de María Jesús Montero en Andalucía fue premiada con el puesto en la dirección regional del partido tras remitir directamente a Ferraz 32 fichas de nuevos afiliados falsos para la agrupación de Coria del Río (Sevilla) aprovechando un periodo de sede vacante en la misma, tras la dimisión de la directiva.
El plan dictado desde Madrid era asegurarse el mayor número de votos a favor del candidato de Pedro Sánchez en las primarias que tuvieron lugar en junio de 2021, en las que ganó Juan Espadas, sobre todo en aquellas agrupaciones que apoyaban mayoritariamente a Susana Díaz.
Afiliación masiva
“Que me pongan a caer de un burro en grupos en los que no estoy, pues ya le vale a algún compañero”. María Iglesias trató de justificar la afiliación masiva saltándose los estatutos, con fichas con la misma letra y en las que ni siquiera venía el número de cuenta de los aspirantes, en que la dirección provincial y regional del partido, por aquel entonces, no quería tramitarlas. “Son los años en los que estaba Verónica Pérez de secretaria general y no le grababa las fichas a Coria del Río”.
Orden de Ferraz
Por ello, tal y como relata la propia María Iglesias, fue David Díaz, secretario de la agrupación de esta localidad, quien “fue metiendo tres, cinco, ocho, diez… y no se las grababa”. “Nosotros preguntamos en Ferraz y nos dijeron que se las mandáramos directamente para que entraran los compañeros afiliados. Se enviaron y nada más. No se puede decir nada más”.
La actual miembro de la ejecutiva del PSOE andaluz reconocía, de esta forma, que dirección nacional ordenó que remitiesen directamente a Ferraz para incorporarlas al censo, algo que a todas luces es una irregularidad ya que va contra los propios estatutos del partido. Y esto, a su vez, pone en evidencia no sólo la permisividad con la que actuó el Comité de Garantías en Madrid ante las denuncias presentadas por el amaño que se estaba produciendo, sino que directamente fue Madrid quien reclamó esos listados para engrosar un censo con afiliados aportados por el bando del Sanchismo.
El origen del pucherazo
Pero, como señala y confirma ABC, lo ocurrido en Coria del Río fue sólo el origen del pucherazo que se organizó para las primarias del PSOE andaluz y en el que, según la candidatura de Susana Díaz, llegó a haber 800 afiliaciones falsas.
Como ya avanzó ABC, lo mismo que ocurrió en esta localidad sevillana nueve meses antes se orquestó en otras provincias como Córdoba o Almería. Pero, en estos casos, el fraude electoral se produjo una vez cerrado el censo un mes antes de las votaciones.
El caso de Almería
En la capital almeriense, por ejemplo, expirado ya ese periodo tras convocarse oficialmente las primarias, se engrosaron las listas pasando de los 860 miembros a los 1.044 (184 más). En Peñarroya-Pueblo Nuevo y Guadalcázar (Córdoba), donde había 75 y 14 militantes respectivamente, se sumaron otros 75 días antes de las votaciones. Es decir, se duplicó el censo.
Esto mismo ocurrió en el barrio de la Macarena en Sevilla, donde se incorporaron 78 trabajadores de la empresa de limpieza del Ayuntamiento. El Comité Federal de Garantías decidió darlas por buena pese a la evidente manipulación.








