Las progresistas Ana Ferrer y Pilar Teso retiran sus candidaturas porque el grupo conservador del Supremo no las iban a apoyar
Hablamos de la Sala Segunda y de la Sala Tercera del Tribunal Supremo. Pero las candidaturas de los progresistas Ferrer y Teso han sido retiradas. Estaban abocadas al fracaso. Los conservadores nos las iban a apoyar. Un revés para el ministro Bolaños.
Las magistradas del Tribunal Supremo Ana Ferrer y Pilar Teso se retiraron ayer de la carrera por estas plazas dejando libre el camino de Andrés Martínez Arrieta y Pablo Lucas para continuar al frente de las que son dos salas estratégicas del Tribunal Supremo hasta su jubilación, como apunta ABC.
La primera, la Sala Penal, por ser la que juzga a los aforados y en la que en estos momentos se instruyen las causas contra Ábalos, Santos Cerdán o el propio fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
La segunda, por tener encomendada la misión de revisar actos y nombramientos del Gobierno con capacidad de tumbarlos, como se vio hace unos meses con la entonces presidenta del Consejo de Estado, Magdalena Álvarez, o más recientemente con el toque de atención al Gobierno en la crisis desencadenada por el reparto de menas a Canarias.
Nuevo varapalo
Más allá de la renuncia profesional de las dos magistradas, su decisión supone un nuevo varapalo para el ministro Félix Bolaños. Según confiesan a ABC fuentes del órgano de gobierno de los jueces, no solo quiso imponer en su momento a los vocales del sector progresista estos dos nombres sino que hasta el último momento les estuvo presionando. También frustrando incluso acuerdos cuando estaban a punto de cerrarse, pues estas dos presidencias ya se llevaron al Pleno del Supremo al menos en tres ocasiones. Pero no llegaron a cuajar porque para que salgan adelante se precisa de una mayoría cualificada que exige que dos vocales del bloque contrario den su brazo a torcer.
Ley de Acceso a la Justicia
La derrota del titular de Justicia, Félix Bolaños, se suma a su polémica ley. Ha tenido que dejar para el próximo curso político su Ley de Acceso de la Justicia. Y también se suma a su fracaso en la elección de la propia presidenta del Consejo General del Poder Judicial el verano pasado, nada más aterrizar el nuevo Consejo.
Y es que, como señala ABC, aunque de perfil progresista, Isabel Perelló no era la candidata que él quería. Pero lo cierto es que no solo su candidatura consiguió aunar los votos de los vocales de ambos bloques sino que su gestión discreta y a la vez contundente al frente del órgano de gobierno de los jueces está siendo una auténtica sorpresa para muchos de los que la votaron sin demasiada pasión.








