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El caso Koldo se enreda: roban en la casa de la hija de Ábalos horas después de su denuncia

El exministro denuncia un asalto en el domicilio de su hija en pleno Lavapiés, mientras crece el clima de tensión en torno al procedimiento judicial del conocido caso Koldo

Un nuevo y desconcertante episodio sacude el entorno del exministro de Transportes José Luis Ábalos.

Durante la madrugada del martes, la vivienda donde reside su hija —un pequeño apartamento en la calle Humilladero, en pleno corazón del barrio madrileño de Lavapiés— fue objeto de un allanamiento con robo que ha movilizado a efectivos de la Policía Municipal.

calle Humilladero lavapiés

El suceso tuvo lugar en torno a la una de la madrugada y ha coincidido con un momento de alta exposición mediática y judicial para el exdirigente socialista, apenas horas después de interponer una querella contra el Ministerio de Transportes por presuntas irregularidades en la instrucción del llamado caso Koldo.

Según ha podido confirmar este medio a través de fuentes policiales, fue la propia hija de Ábalos, estudiante universitaria, quien detectó la intrusión y dio aviso inmediato a las autoridades. La Policía Municipal acudió rápidamente al lugar de los hechos, iniciando una investigación que se encuentra ya en curso.

Los agentes han tomado declaraciones y revisado posibles pruebas, entre ellas una grabación de vídeo que podría ser clave para identificar a los autores del asalto y reconstruir su modus operandi.

Aunque por el momento no se han dado detalles sobre los objetos sustraídos, la coincidencia temporal con la acción judicial emprendida por Ábalos ha despertado suspicacias.

La querella, registrada este mismo lunes en los Juzgados de Instrucción de Madrid, acusa al Ministerio de haber elaborado una auditoría “falsa y contradictoria” que sirvió como base para su imputación en el marco del caso Koldo, la investigación sobre la presunta trama de corrupción vinculada a contratos públicos de mascarillas durante la pandemia.

Entre los señalados en el escrito judicial se encuentra Belén Villar, directora general de Organización e Inspección del Ministerio, a quien Ábalos responsabiliza de un informe fechado el 19 de agosto de 2024, el cual, sostiene, presenta graves inconsistencias frente a las declaraciones posteriores de altos cargos de su ministerio y de Correos ante tribunales como la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo.

Un patrón inquietante

Este incidente no es un caso aislado. En marzo de este mismo año, también se denunció un robo en el domicilio de la madre de Koldo García —mano derecha de Ábalos y principal señalado en la investigación— en la localidad alicantina de Benidorm. A pesar de que los ladrones apenas sustrajeron 50 euros y una sortija, el asalto dejó importantes daños materiales.

Aunque la Policía Nacional calificó aquel suceso como un robo común sin vínculo aparente con la causa judicial, desde el entorno de los investigados surgieron voces que apuntaban a otro objetivo: la posible búsqueda de dispositivos o grabaciones sensibles vinculadas al caso.

La concatenación de robos en entornos próximos a los principales investigados comienza a despertar inquietud, alimentando teorías sobre intentos deliberados de acceder a información comprometida.

“Puede que no estemos ante simples robos”, desliza una fuente próxima a la defensa de Ábalos, que prefiere mantener el anonimato. “Alguien tiene mucho interés en saber qué pruebas podrían estar en manos de determinadas personas.

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Una causa de alto voltaje político

El caso Koldo ha sacudido los cimientos del PSOE y ha supuesto uno de los mayores quebraderos de cabeza para el Gobierno en los últimos meses. La investigación ha salpicado a múltiples altos cargos y se encuentra actualmente bajo la lupa del Supremo. El hecho de que un exministro, otrora uno de los hombres fuertes del Ejecutivo, haya decidido pasar al contraataque judicial añade una nueva dimensión al caso.

El robo sufrido en Lavapiés —más allá de su impacto personal en la familia de Ábalos— incrementa la presión sobre un entorno político ya de por sí enrarecido. De confirmarse algún vínculo entre estos asaltos y la investigación en curso, estaríamos ante una derivada aún más grave que pondría en entredicho no solo la seguridad de los implicados, sino también la limpieza del proceso judicial.

Por el momento, la investigación policial continúa abierta. Mientras tanto, la querella interpuesta por Ábalos y el reciente asalto a su entorno más cercano abren un nuevo frente en uno de los casos más sensibles del panorama político español actual.

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