La iniciativa se desarrolla antes de su deportación y para evitar fugas; también Grecia ha suspendido temporalmente la tramitación de asilo
Grecia ha lanzado un mensaje claro y directo a las mafias y a quienes pretenden quedarse ilegalmente en su territorio. Es muy similar al de Italia y al de los gobiernos identitarios y patriotas. No habrá refugio fuera de la ley.
El Gobierno de Kyriakos Mitsotakis, a través del ministro de Migración, Thanos Plevris, ha anunciado que todos los inmigrantes cuya solicitud de asilo haya sido rechazada deberán llevar pulseras electrónicas de control durante los 30 días previos a su deportación. Así lo resalta La Gaceta.
Este sistema permitirá localizar a los infractores en tiempo real y garantizar que la orden de salida se cumple sin retrasos ni evasiones. Se acabó la práctica habitual de «desaparecer» antes de la expulsión.
En paralelo, el plan incluye hasta 2.000 euros para quienes opten por regresar voluntariamente a su país de origen en un plazo acordado.
Con esto, Grecia busca reducir la presión en los centros de detención y ahorrar recursos que podrán destinarse al control de fronteras. Algo ahora descontrolado al igual que sucede en España.
La medida forma parte de un paquete legislativo más amplio que endurece las sanciones por incumplir órdenes de expulsión y refuerza la vigilancia en las fronteras.
Intercepción en alta mar
La Guardia Costera de Grecia ha intensificado las operaciones de intercepción en alta mar, enviando a los inmigrantes interceptados directamente a centros cerrados para iniciar el proceso de retorno, sin acceso a nuevos trámites de asilo.
Grecia también ha suspendido temporalmente la tramitación de asilo para quienes lleguen por mar desde Libia a Creta y Gavdos, zonas que han experimentado desembarcos masivos en los últimos meses. “La seguridad y la soberanía de Grecia no son negociables”.








