La denunciante asegura que el ahora ex político y abogado casualmente de Silvia Inchaurrondo la echó de casa salvajemente estando embarazada
El ex diputado de Podemos por Almería y abogado David Bravo tendrá que sentarse en el banquillo. Está acusado de un delito de malos tratos a su ex pareja. Se le acusa de amenazarla, insultarla y vejarla durante el tiempo que duró su relación. Pero incluso, cuando ella estaba embarazada del hijo de ambos.
La Audiencia Provincial de Sevilla acaba de enmendar al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Sevilla. Este había archivado las actuaciones, y ha ordenado la reapertura del caso y la transformación de las diligencias en procedimiento abreviado. ‘Hermana, yo sí te creo’.
De esta manera el invento de la ultraizquierda de los juzgados para la violencia de género han demostrado su poca utilidad. Y demuestran que lo de ‘hermana, yo sí te creo’ solo vale cuando el maltratador es de ‘derechas’.
Los magistrados de la Audiencia de Sevilla, en un auto al que ha tenido acceso El Mundo, entienden que sí hay indicios criminales suficientes contra Bravo. Precisamente el abogado tiene, entre sus clientes, a Silvia Inchaurrondo, una feminista empoderada que quizás no crea a la expareja del podemita.
La realidad: los indicios hacen que sea juzgado y apunta a la declaración de la propia víctima y de otros testigos como fundamentos de su decisión. Rectifican, como adelantó El Confidencial, al juez instructor y declaran improcedente el sobreseimiento de las actuaciones al concluir que «no queda claramente descartada la existencia de la infracción penal denunciada».
«Puta borracha, puta basura, hija de la gran puta…»
La ex compañera sentimental del podemita David Bravo, en el tiempo en el que estuvieron juntos, la amenazó con «destruirle la vida«. Le dijo que la «iba a machacar porque está sola» y le ha dirigido todo tipo de insultos: «fracasada, puta borracha, que era una mierda de persona, hija de la gran puta, puta basura, gilipollas…».
Más allá de palabras, siempre según la denunciante, hubo también gestos y acciones violentas, como una ocasión en la que le lanzó comida, porrazos fuertes que él dio junto al bebé o decirle que conocía a «gente con armas y peligrosa». Se trata pues de este Bravo, el feminista podemita, de un presunto energúmeno en potencia contra las mujeres.
Precisamente, estando embarazada, la denunciante, afirmó que Bravo la había echado a la calle y relató cómo en un día concreto, el 30 de noviembre de 2022, le tiró el biberón de su hija, aunque no la alcanzó porque en ese momento cerró la puerta.
Una testigo, como adelanta El Mundo, corroboró no solo los insultos y las vejaciones. También el episodio en el que la habría echado de casa, el 26 de junio de 2021, cuando encontró a la supuesta víctima en la calle, llorando y «perdida».
La empleada de hogar que trabajaba para la pareja declaró en su momento que vio a la denunciante «nerviosa y descompuesta», como «acorralada» y ella fue quien tuvo que limpiar los restos del biberón lanzado.
Posible víctima de una violación
La Audiencia cita, además, la prueba pericial de una psicóloga, que ha certificado que la ex pareja de Bravo presenta un trastorno de estrés postraumático «compatible con una situación de violencia de género». Y otro informe psicológico de febrero de 2021 que apuntaría a que fue víctima de una violación. Así además lo recoge El Mundo.
Se señala la existencia de «indicadores compatibles con la existencia de una relación de maltrato continuado en el seno de la relación de pareja».
Pero para el Juzgado de Violencia contra la Mujer todos estos indicios y declaraciones no fueron suficientes. Este órgano dijo eso de: ‘hermana, no te creo’. Creyó al abogado de Silvia Inchaurrondo, David Bravo. Casta con sello Podemos.
