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Seguridad Nacional destapa el aumento de la delincuencia grave que Marlaska niega

Un informe oficial de Seguridad Nacional contradice al ministro del Interior: homicidios, secuestros y agresiones sexuales vuelven a crecer en España, con el crimen organizado como epicentro del problema.

El choque entre discurso político y datos oficiales

El último informe del Departamento de Seguridad Nacional (DSN) ha encendido todas las alarmas. Lejos de la visión optimista del ministro Fernando Grande-Marlaska, que insiste en la reducción de la criminalidad, el documento elaborado junto al Ministerio del Interior, Defensa y el CNI revela un repunte de la delincuencia grave y de la inseguridad ciudadana en España.

El texto marca un antes y un después con la aprobación de la nueva Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y la Delincuencia Grave 2025, que pone el foco en la violencia asociada al narcotráfico y en los efectos colaterales de la criminalidad organizada sobre la vida diaria de los ciudadanos.

Los datos que desmontan el relato oficial

El balance de criminalidad correspondiente al segundo trimestre de 2025 muestra un incremento sostenido en los delitos más graves:

  • Homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa: +11,6%
  • Lesiones y riñas tumultuarias: 14.366 casos (+4,1%)
  • Secuestros: +8,2%
  • Delitos contra la libertad sexual: +5,3% en general, con un alarmante +7,3% en agresiones sexuales con penetración

Desde la llegada de Pedro Sánchez al poder en 2018, los homicidios dolosos han subido un 19,5%, el tráfico de drogas un 9,8% y las riñas tumultuarias un 11,3%.

Estos números ponen en cuestión la narrativa gubernamental y subrayan la conexión directa entre crimen organizado y violencia creciente.

Mafias y narcotráfico: la raíz de la inseguridad

El informe identifica a las mafias del narcotráfico como motor principal del repunte violento. Ciudades como Barcelona han vivido en los últimos meses tiroteos entre clanes balcánicos que han generado alarma social.

El crimen organizado en España se caracteriza por:

  • Redes transnacionales interconectadas
  • Uso de violencia, corrupción e infiltración en negocios legales
  • Reclutamiento de menores en actividades delictivas
  • Adaptación rápida gracias a expertos y nuevas tecnologías

Todo ello dificulta la labor policial y judicial, a pesar de los planes de seguridad desplegados desde 2018, como el Plan Especial del Campo de Gibraltar.

Contradicciones territoriales

Aunque algunos responsables autonómicos destacan descensos puntuales de criminalidad en sus regiones, el informe subraya que las bajadas en delitos menores no compensan el aumento de los graves.

En Madrid, por ejemplo, el delegado del Gobierno celebró una reducción de 45 delitos diarios en el primer trimestre, pero los datos nacionales revelan un repunte claro de la violencia. En Navarra, pese a una leve bajada global, han aumentado los robos con violencia y las agresiones sexuales con penetración.

El papel de Marlaska

Grande-Marlaska, juez de carrera y ministro desde 2018, ha defendido su gestión al frente de Interior, destacando la modernización de plantillas y la cooperación internacional. Sin embargo, el contraste entre sus declaraciones y los datos oficiales lo sitúa en el centro de la polémica.

El informe del DSN llega además en plena oleada de tiroteos y ajustes de cuentas en varias ciudades, lo que refuerza la sensación de inseguridad entre la ciudadanía.

Retos inmediatos

La Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado 2025 reconoce que el gran desafío es la capacidad de adaptación de las mafias y su uso de tecnología avanzada. Para frenar su expansión, será clave la coordinación entre instituciones, la cooperación internacional y políticas preventivas que devuelvan la confianza a los ciudadanos.

El debate sobre seguridad y criminalidad grave está lejos de cerrarse. Los próximos meses marcarán si España logra frenar la espiral de violencia o si el discurso político seguirá chocando con la realidad de las calles.

Fuente: El Español

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