Continúa la persecución de los cristianos en África ante el silencio de la comunidad internacional
Una nueva tragedia sacude el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde más de 70 cristianos fueron brutalmente asesinados durante un funeral en la localidad de Ntoyo, según informaron medios locales y líderes comunitarios. Algunas fuentes elevan la cifra a más de 100 víctimas fatales.
El ataque, ocurrido la noche del lunes alrededor de las 22:00 horas, fue perpetrado por las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), una milicia armada con vínculos con el Estado Islámico en África Central (ISCA). Este grupo insurgente ha sido responsable de múltiples atentados en la región, especialmente contra comunidades cristianas.
Una ceremonia fúnebre convertida en una masacre
De acuerdo con el testimonio de un sacerdote católico de la parroquia de Manguredjipa, recogido por el portal Actualité, el ataque tuvo lugar mientras se realizaba un funeral:
«Lo que he visto es horrible. Asesinaron a casi todos los participantes en un funeral», declaró.
Las víctimas eran feligreses cristianos locales, reunidos para despedir a un ser querido. La ceremonia se convirtió en una tragedia cuando los atacantes irrumpieron con violencia, dejando tras de sí un escenario de devastación.
Más de 100 muertos, según testigos
Aunque el número oficial de víctimas no ha sido confirmado por las autoridades congoleñas, Eugène Viringa, jefe de la agrupación de Babika, advirtió que la cifra podría ser mucho mayor. Un vecino que ayudó en la recuperación de los cuerpos afirmó que los fallecidos podrían superar el centenar.
ADF: una milicia con historial de violencia extremista
Las ADF se originaron en Uganda en los años 90, pero desde 2019 operan bajo la bandera del Estado Islámico, tras un juramento de lealtad de su líder. Desde entonces, han intensificado sus ataques contra poblaciones civiles en las provincias de Kivu del Norte e Ituri, provocando miles de muertes y desplazamientos forzados.
Los funerales, iglesias y comunidades cristianas se han convertido en blancos frecuentes de estos ataques, en una estrategia que busca sembrar el miedo y erradicar la presencia cristiana en el corazón de África.
Inseguridad persistente y silencio internacional
La República Democrática del Congo es un país de mayoría cristiana, con fuerte presencia católica y protestante. Sin embargo, en muchas zonas rurales, las comunidades viven bajo constante amenaza por parte de grupos extremistas, sin protección efectiva del Estado ni apoyo internacional sostenido.
La masacre en Ntoyo no es un caso aislado, sino parte de un patrón alarmante de violencia religiosa que afecta a miles de congoleños cada año.








