Los perfiles de los afectados son personas de nacionalidad marroquí de entre 30 y 40 años de edad, la mayoría hombres
La Guardia Civil ha detenido a un funcionario del Ayuntamiento de Alcúdia (Mallorca) por un presunto delito de falsedad documental al empadronar a personas extranjeras en situación irregular.
Se trata contrastados de 430 inmigrantes en situación irregular, aunque el propio Ayuntamiento cerca el número en unos 500 ilegales. Los empadronamientos fraudulentos fueron detectados por personal del propio Consistorio.
La detención se produjo este miércoles y este jueves ha pasado a disposición judicial en el Juzgado de Inca. Al detenido se le imputan varios delitos, entre ellos falsedad documental. La investigación continúa abierta.
Según han confirmado fuentes municipales, la denuncia presentada hace varias semanas por parte del Consistorio recoge cerca de 500 empadronamientos que se ha comprobado que son fraudulentos. Los funcionarios del departamento detectaron un crecimiento inusual del número de personas empadronadas en Alcúdia en los últimos meses.
Para acceder a ayudas públicas
Los investigadores de la Guardia Civil sospechan que el detenido cobraba a los inmigrantes por empadronarles y abrirles la puerta a la posibilidad de acceder a diversas ayudas públicas.
Por otro lado, la alcaldesa de Alcúdia, Fina Linares, ha convocado una rueda de prensa para explicar lo ocurrido con el trabajador detenido. “Ha traicionado la confianza de sus compañeros”. Trabajaba en el Consistorio desde mayo de 2023.El número total de empadronamientos registrados de forma ilegal es de 483, aunque sólo se ha podido comprobar a 430 de ellos.
Los perfiles de los afectados son personas de nacionalidad marroquí de entre 30 y 40 años de edad, la mayoría hombres. El consistorio ha querido tranquilizar a la población porque “no se ha empadronado a nadie en viviendas habitadas sino que se trataba de casas en obras, a medio terminar o solares abandonados”.
Otra trama de marroquíes
Por otro lado, en abril de este mismo año, agentes de la Policía Nacional en Palma de Mallorca arrestaba a cuatro ciudadanos marroquíes de entre 24 y 51 años como presuntos miembros de una trama que se dedicaba a falsificar contratos de alquiler para empadronar a extranjeros en situación irregular. De esta manera podían conseguir el permiso residencia. A los detenidos se les imputa los delitos de falsedad documental y favorecimiento de la inmigración ilegal.








