Ha fallecido en su residencia de Utah y con él se va una de las últimas leyendas vivas del Hollywood dorado
Una de las míticas leyendas del Hollywood de los años dorados se ha apagado para siempre. Robert Redford ha fallecido a los 89 años en su residencia, localizada en Utah. Por el momento no han trascendido más datos sobre su muerte.
Ha sido en concreto en su casa de Sundance, en el estado de Utah. Allí residía junto a su esposa, la artista ambiental y multimedia Sibylle Szaggars.
El legendario actor deja un profundo vacío en su familia y en el mundo del cine. Fue protagonista de películas inolvidables como Todos los hombres del presidente, Dos hombres y un destino, Memorias de África o El golpe, y ganador de un premio Oscar a la mejor dirección por Gente corriente.
Robert Redford, que anunció que dejaba el cine el 6 agosto de ese mismo año, dice ahora adiós a la vida terrenal. Redford se despidió del cine con la película Avengers: Endgame, que se estrenó en 2019.
Como apunta la revista Rolling Stone, “su partida marca el final de una era en la que Hollywood todavía podía producir figuras capaces de ser al mismo tiempo estrellas de taquilla, directores de prestigio y agitadores culturales».
Transformó el cine independiente
Más allá de la pantalla, «Redford transformó el cine independiente en un movimiento global. Con Sundance abrió un espacio para historias incómodas, voces marginadas y narrativas que Hollywood solía enterrar».
Además, «su legado no se mide solo en premios o taquillas, sino en la forma en que inspiró a varias generaciones de cineastas a creer que podían contar sus propias verdades”.
Desde La jauría humana (1966) a Todos los hombres del presidente (1976) pasando por Dos hombres y un destino (1969), El candidato (1972), Las aventura de Jeremiah Johnson (1972), Tal como éramos ((1973), El golpe (1973), El gran Gatsby (1974), Los tres días del cóndor (1975), Brubaker (1980) Memorias de África (1985) o cualesquiera de las películas en las que están pensando… “Él, además, de guapo, sensible y buena persona, es indefectiblemente un tipo comprometido con la causa. Con la causa demócrata, por supuesto. De su flequillo no decimos nada, que nos emocionamos”, cuentan desde El Mundo.








