El Gobierno de Donald Trump prepara un anuncio que ya genera polémica en EE.UU. y más allá: el expresidente y su equipo de salud vincularán el consumo de paracetamol (Tylenol) durante el embarazo con un mayor riesgo de autismo, y a la vez impulsarán la leucovorina como posible tratamiento para esta condición.
La noticia, adelantada por The Washington Post y The Wall Street Journal, ha encendido alarmas en la comunidad médica, que recuerda que la evidencia científica aún es limitada y no concluyente.
El paracetamol en el punto de mira
El paracetamol es uno de los analgésicos más consumidos del mundo, considerado seguro durante el embarazo por instituciones como la Mayo Clinic o la FDA. Sin embargo, una revisión de estudios realizada por Harvard y Mount Sinai en 2024 señaló un posible vínculo entre su uso en las primeras semanas de gestación y un incremento del riesgo de autismo y TDAH en los hijos.
Según datos de los CDC, hoy 1 de cada 31 niños de 8 años en EE.UU. tiene un diagnóstico dentro del espectro autista, frente a 1 de cada 150 en el año 2000. Aunque el aumento se atribuye en parte a mejores diagnósticos, no se descartan factores ambientales.
La leucovorina: ¿una terapia prometedora?
El segundo eje del anuncio es la leucovorina, un medicamento derivado del ácido fólico (vitamina B9) usado habitualmente para contrarrestar efectos secundarios de la quimioterapia.
Ensayos clínicos recientes, publicados en Molecular Psychiatry, mostraron que en algunos niños con autismo mejoró la capacidad de lenguaje y la interacción social. No obstante, los expertos advierten que se trata de estudios preliminares y que no es un tratamiento generalizable.
Ciencia y política: un cóctel delicado
El anuncio refleja también la agenda política de Trump, quien ha hecho del autismo una prioridad en su campaña de salud pública, con el apoyo de su secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus posturas controvertidas sobre vacunas.
Para la comunidad científica, mezclar mensajes políticos y hallazgos en investigación puede generar confusión en la población, especialmente en temas sensibles como el embarazo. De hecho, los ejecutivos de Johnson & Johnson —fabricante de Tylenol— ya han expresado sus dudas al Gobierno.
Qué dicen los expertos
- El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos sigue considerando seguro el paracetamol en embarazadas, siempre bajo supervisión médica.
- Los NIH han lanzado una iniciativa de ciencia de datos con 13 equipos para investigar causas y posibles tratamientos del autismo, independientemente del anuncio de Trump.
- Varios especialistas insisten en que los resultados sobre leucovorina son prometedores pero aún no justifican recomendaciones masivas.
Riesgo real o alarma política
Mientras la Casa Blanca habla de un “avance histórico”, los científicos recuerdan que correlación no es causalidad. El paracetamol podría estar asociado a factores de confusión (como la fiebre durante el embarazo, que también impacta en el desarrollo neurológico).
En definitiva, el anuncio de Trump abre un nuevo frente en la intersección de ciencia, salud pública y política. La clave estará en si las recomendaciones logran basarse en evidencia sólida o si terminan generando más miedo que soluciones.
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