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El PSOE recrudece sus críticas hacia Peinado con insultos y descalificaciones

Los socialistas y Moncloa consideran que el juez Peinado y otros jueces “intentan derrocar a Pedro Sánchez a través de su familia”

Desde la oficina general del PSOE están que trinan. Sienten que su jefe, el jefe del Sanchismo, Pedro Sánchez, está siendo ‘insultado’ y asediado a través de su familia: el hermanísimo y Begoña de la mano del juez Peinado.

Como hemos leído en algunos titulares, el PSOE “arde contra Peinado: insultos al juez y victimización”. Porque el PSOE está muy enfadado también con todo el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y con muchas asociaciones de jueces. Creen que, como hoy publica El Mundo, hay una palpable inacción ante lo que consideran la “chirigotada” del juez Peinado.

Los socialistas ven al instructor junto a otros jueces en una «estrategia de destrucción«. Dicen que «intentan derrocar a Sánchez a través de su familia». Seguramente quieren que la destrozada sea lo que ellos llaman la Fachosfera.

El juez Juan Carlos Peinado ha citado por quinta vez a Begoña Gómez. Lo ha hecho después de comunicarle que la parte de la causa en la que la investiga por presunta malversación, en caso de llegar a juicio, se dirimirá ante un jurado popular.

Todo esto, para los socialistas, según recoge El Mundo, es una politización. “Hay una intencionalidad de hacer daño al presidente a través de su mujer. Intentan derrocarlo a través de su familia”.

Estrategia sincronizada

Para la política progre, todo se trata de “una estrategia sincronizada. Como hay en cosas que no nos pueden llevar la contraria políticamente hablando, nos obligan a hablar de basura”. Y sostienen que denuncias como las de Manos Limpias o Hazte Oír antes “se desestimaban”.

Para la ultraizquierda con sello PSOE, como recoge El Mundo, la investigación a Begoña es “un comportamiento propio de los movimientos de ultraderecha es crear miedo en la sociedad. Propiciar que se vea que la disidencia no está tolerada. La judicatura no es ajena a esa realidad y la más conservadora y cercana al PP también tiene la sensación de que si se mueven no salen en la foto y contribuyen a la causa”.

Pero Begoña Gómez está citada hoy por la tarde, en lo que fuentes socialistas califican de “chirigotada”. También están citados su asesora en Moncloa, Cristina Álvarez, y el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, a partir de las 18:00 horas, para un trámite exigido en la ley en los procedimientos del jurado y que consiste, en esencia, en concretar la imputación en su contra y determinar el futuro de la causa.

Loco y ególatra

Y ante todas estas circunstancias, el equipo de Sánchez tacha a Peinado de loco y de ególatra por buscar solo protagonismo. Todos estos insultos muestran lo que es ya un choque sin precedentes entre el poder Ejecutivo y el Judicial. A su vez, una falta de respeto del PSOE hacia la separación de poderes y la democracia, en definitiva.

Ayer, fuentes oficiales del Ejecutivo trasladaban además, como recoge La Razón, su sorpresa y estupor por el auto de Peinado.

El propio ministro de Justicia, Félix Bolaños, confió en que alguien frene el “despropósito” de Peinado. “El sistema español es garantista y confiamos en que un tribunal imparcial pondrá las cosas en su sitio”.

Guerra total

Así, la guerra entre Moncloa y el juez Peinado es total. El presidente Sánchez ya le acusó, indirectamente, de hacer política. No solo a él, al resto de togados que le incomodan por esclarecer si su entorno personal directo ha cometido o no hechos delictivos.

Tanto Begoña Gómez como Pedro Sánchez, que también fue interrogado por Peinado, se querellaron contra él por prevaricación. Pero ambas denuncias fueron desestimadas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Ante ello, como cita La Razón, el Ejecutivo optó por otra línea. Desprestigiar la causa, autovictimizarse y atacar a Peinado. El Ejecutivo considera que el auto de Begoña no se puede dictar sin haber cerrado la instrucción.

Corrupción, malversación…

Sobre Begoña Gómez pesan los supuestos delitos de malversación de caudales, tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo laboral.

Mientras, Moncloa busca que alguna instancia del Poder Judicial tumbe a Peinado: bien sea el propio órgano de gobierno de los jueces, el Tribunal Supremo o la Audiencia Provincial de Madrid. Y en los cálculos del Ejecutivo entra dilatar todo lo posible el proceso. Así lo recoge La Razón.

Moncloa atribuye al juez un afán de protagonismo que es el que le ha llevado a notificar este auto en pleno viaje del presidente del Gobierno en Nueva York.

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