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El modelo Milei funciona: cómo Argentina está logrando reducir la pobreza sin subir impuestos

La pobreza en Argentina bajo el modelo Milei

La pobreza en Argentina bajo el modelo Milei ha caído al 31,6%, su nivel más bajo desde 2018. Mientras gran parte de América Latina sufre el impacto de la inflación y los impuestos crecientes, Javier Milei está logrando algo inédito: reducir la pobreza sin subir impuestos ni aumentar subsidios.

El giro económico argentino está llamando la atención de todo el mundo y reabre el debate sobre si el liberalismo puede funcionar en un país con décadas de intervencionismo estatal.

El punto de inflexión: Milei cambia las reglas del juego

Cuando asumió la presidencia, Milei heredó una inflación anual del 200 %, un déficit desbordado y una pobreza cercana al 45 %.

En menos de un año, su gobierno recortó el gasto público, eliminó ministerios, frenó la emisión monetaria y redujo el déficit primario en un 85 %.
Por primera vez en siete años, la pobreza bajó sin incrementar el gasto social.

Los datos oficiales del INDEC muestran que la mejora se debe a la estabilidad de precios y a la apertura económica que permitió recuperar parte del poder adquisitivo perdido.

Los datos que confirman el “efecto Milei”

  • Inflación interanual: del 211 % al 92 %
  • Déficit primario: reducción del 85 %
  • Reservas del Banco Central: +17 %
  • Pobreza: del 44,7 % al 31,6 %

Estas cifras demuestran que la economía argentina está recuperando la confianza interna y externa. En los últimos meses, empresas energéticas y agrícolas anunciaron inversiones por más de 5.000 millones de dólares, impulsadas por un clima político más previsible.

Menos Estado, más libertad económica

El eje del modelo Milei es claro: el Estado no crea riqueza, la destruye si interviene demasiado. Por eso, el gobierno eliminó más de 150 regulaciones, redujo la presión fiscal sobre las pymes y abrió la competencia en sectores antes monopolizados.

Mientras tanto, países como España continúan incrementando el gasto público y los impuestos, con resultados opuestos.

El caso argentino muestra que reducir el gasto improductivo y liberar la iniciativa privada puede mejorar el nivel de vida real.

El contraste con Europa: políticas opuestas, resultados distintos

Mientras Milei recorta gasto y libera al mercado, Europa sigue apostando por políticas expansivas. España, por ejemplo, es hoy el país con menor inversión pública de la UE, pese a tener uno de los mayores gastos políticos.

El modelo argentino empieza a verse como una alternativa posible: menos impuestos, menos burocracia y más crecimiento.

Algo que contrasta con la política de subvenciones europeas, como se explica en la comparativa con las políticas económicas europeas.

La reacción internacional: del escepticismo al reconocimiento

Cuando Milei asumió el cargo, muchos organismos internacionales calificaron su plan de “arriesgado”. Hoy, informes de Bloomberg, The Economist y el FMI reconocen que Argentina está estabilizando su economía más rápido de lo previsto.

Incluso algunos gobiernos de la región analizan adaptar su fórmula de ajuste del gasto, liberalización y reducción fiscal.

En redes sociales, la figura de Milei se ha vuelto un símbolo de libertad económica y ruptura con la vieja política.

Qué puede aprender España del modelo Milei

El éxito argentino deja una lección incómoda para Europa: ¿se puede reducir la pobreza sin subir impuestos?
Los datos demuestran que sí.

Mientras España se convierte en destino preferente de inmigración ilegal y aumenta su gasto social, Argentina mejora sus cifras con austeridad, productividad y meritocracia.

Enlace sugerido: España, destino preferente de ilegales de Afganistán y Pakistán

El modelo Milei demuestra que otra economía es posible

El modelo económico de Milei está demostrando que la libertad puede reducir la pobreza mejor que la dependencia estatal.

El ajuste drástico, acompañado de orden monetario y disciplina fiscal, está dando resultados tangibles.

Si esta tendencia se mantiene, Argentina podría convertirse en el mayor caso de éxito liberal del siglo XXI.

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