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Japón y su primera ministra Takaichi impulsarán un ‘cerrojo migratorio’

La primera mujer en gobernar el país nipón quiere una “sociedad de coexistencia ordenada” bajo el lema: ‘Japón primero’

La flamante nueva primera ministra de Japón, la conservadora Sanae Takaichi, lo tiene claro: ‘Japón primero’ y para ello iniciará su mandato con el impulso de una importante limitación de la inmigración. El país asiático quiere su sociedad “de coexistencia ordenada”.

Como señala El Mundo, durante más de dos siglos, Japón fue uno de los países más aislados del mundo. Se prohibió la entrada de extranjeros y la pena de muerte caía sobre aquellos japoneses que intentaran salir. Para los gobernantes nipones, todo lo que había fuera representaba una amenaza.

Ese aislamiento prolongado generó una conciencia nacional basada en la homogeneidad, en la idea de que la fortaleza del país reside en su unidad étnica y cultural, en preservar una supuesta pureza. Este pensamiento ultranacionalista continúa muy arraigado en parte de la sociedad.

Margaret Thatcher nipona

Una de las primeras medidas que tomó tras jurar el cargo la nueva primera ministra de Japón, Takaichi, la Margaret Thatcher nipona, de 64 años, a la que le gusta tocar la batería y disfrutar de Iron Maiden, fue crear una oficina en su gabinete para promover lo que llamó una «sociedad de coexistencia ordenada con extranjeros«. Es decir, una agencia para perseguir la inmigración irregular y supervisar próximas políticas migratorias mucho más duras.

Takaichi, la primera mujer en gobernar la cuarta economía mundial, relanzó así uno de los lemas patrióticos de derecha japonesa, importado desde el movimiento MAGA del presidente Trump: «Japón primero».

La líder nacionalista ha manifestado que la inmigración, más que una oportunidad para uno de los países más envejecidos del mundo y con los índices de natalidad en mínimos históricos, es una amenaza para la siempre pretendida armonía interna.

Formación y dominio de japonés

Defiende que la mano de obra extranjera tiene que entrar en sectores muy específicos donde el país tiene escasez, pero siempre y cuando se cumplan estrictos criterios como el dominio del japonés y la formación.

En las próximas semanas se prevé un giro radical en materia de inmigración con medidas más estrictas para lograr visados, permisos de residencia y el cumplimiento de los impuestos por parte de los residentes extranjeros.

Desde la formación gobernante, el Partido Liberal Democrático (PLD), han asegurado que se revocarán las visas de extranjeros residentes de largo plazo si estos incumplen las nuevas normativas que se van a aprobar.

En su primera rueda de prensa tras ser elegida primera ministra por el Parlamento, Takaichi prometió trabajar para restaurar el poder económico de Japón y profundizar la relación con Estados Unidos bajo la presidencia Trump.

Límite al número de extranjeros

Por otra parte, para la nueva cartera de inmigración, Takaichi ha puesto a una diputada, Kimi Onoda. De padre estadounidense y madre japonesa. Es muy cercana al Ishin, el partido con el que el PLD acaba de formar una coalición para que la líder pudiera gobernar.

Esta formación propuso un límite gubernamental al porcentaje de residentes extranjeros por debajo del 10% de la población total.

«Los delitos y el comportamiento disruptivo de algunos ciudadanos extranjeros, así como el uso inapropiado de los sistemas públicos, están causando ansiedad y una sensación de injusticia entre los ciudadanos japoneses«, declaró Onoda en su primera comparecencia.

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