Dispara su gasto en programas con el dinero de todos tras solicitar a la SEPI 40 millones y que Hacienda le inyecte otros 63, que detrae de otras partidas
Desde que José Pablo López asumió la presidencia de RTVE en diciembre del pasado año, la radiotelevisión pública vive una transformación profunda, de servicio público a lo que ya se conoce irónicamente como ‘Tele Pedro’.
Recurriendo sin disimulo a un gasto disparado en producciones externas y una dependencia cada vez mayor de la financiación pública, en apenas nueve meses, programas como Mañaneros 360, Malas Lenguas o Directo al grano se han convertido en las grandes apuestas de La 1.
Los tres programas citados acumulan un presupuesto conjunto cercano a los 20 millones de euros hasta septiembre, cifra que la dirección de RTVE justifica en función de sus buenos datos de audiencia.
Nuevos rostros y formatos de entretenimiento, con el nivel esperable en una institución colonizada por el Gobierno del yerno de Sabiniano, y una apuesta clara por recuperar la audiencia perdida y competir directamente con las cadenas privadas.
El dinero de todos invertido en la propaganda de ‘Tele Pedro’
La misma «lógica empresarial» se aplica a La Revuelta, el formato presentado por David Broncano, que tras revitalizar el access prime time, mantiene la media con la que cerró la pasada temporada. RTVE firmó dos temporadas por 14 millones cada una, un gasto que la cúpula considera rentable por su impacto en share.
La apuesta de López por contenidos “de impacto” ha llevado a RTVE a multiplicar los contratos con productoras privadas. Según documentación interna, el presupuesto total para producciones externas aumentó en septiembre hasta los 182 millones de euros, casi 40 millones más que en agosto.
Según los citados documentos, que extracta El Mundo, las productoras Shine Iberia, Mediapro, Globomedia, Bambú Producciones o Zeppelin encabezan la lista de beneficiadas. En el caso de Malas Lenguas, el programa diario de Jesús Cintora, su presupuesto superó ya los 9,5 millones de euros, tras una ampliación reciente.
RTVE presume de que estos formatos están “funcionando”, pero sus detractores denuncian que el modelo incrementa el gasto estructural y reduce la producción interna. Un dato lo resume todo: solo 230 trabajadores de la casa participan actualmente en los programas de La 1 y La 2, la mayoría coproducidos con empresas externas.
Financiación agotada y rescate gubernamental
Con los Presupuestos Generales del Estado prorrogados desde 2023, RTVE se sostiene con los mismos 1.193 millones de euros anuales, destinados principalmente a derechos deportivos y salarios. Pero la cifra se ha quedado corta y en 2024 el gasto creció hasta los 1.263 millones, de los cuales 486 millones se destinaron a formatos.
Para 2025, la previsión asciende a 1.220 millones, con 414 millones reservados para programas. Ante este desfase, la corporación ha tenido que pedir financiación extra al Gobierno. Ya lo hizo para cubrir los costes de la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de París 2024, cuando recibió 105 millones adicionales.
Ahora ha vuelto a hacerlo: RTVE ha solicitado 63 millones de euros al Ministerio de Hacienda para compensar el servicio público, tras recibir una oferta insuficiente de 40 millones por parte de la SEPI.
Fuentes internas confirman que al citado periódico que la transferencia procede de la Oficina Presupuestaria de María Jesús Montero y se ha obtenido restando fondos de otras partidas del presupuesto prorrogado.
Más gasto previsto para 2026
El anteproyecto de presupuesto aprobado por el Consejo de Administración de RTVE prevé para 2026 1.320 millones de euros, casi 100 más que el año anterior. De ellos, 488 millones se destinarán a programas, 74 más que en 2025. La tendencia es clara: más dinero para más formatos, con la esperanza de que la audiencia justifique el gasto.
Sin embargo, este aumento se produce en un contexto económico en el que, según datos recientes, España es el último país de la Unión Europea en inversión pública. El contraste alimenta la polémica: mientras se recortan partidas en otros ámbitos, RTVE amplía su presupuesto con fondos públicos.
Ya en abril, La Bandera publicó que RTVE tiraba la casa por la ventana con Cintora y Buenafuente, y aquel titular podría volver a aplicarse hoy: los costes se disparan, los resultados son irregulares y el futuro financiero de la corporación depende, una vez más, de la voluntad del Gobierno.








