El Partido Popular vuelve a demostrar ser un partido globalista y convierte a la capital de España en un laboratorio de pruebas
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado que la capital española será ciudad piloto del proyecto europeo ‘Just4Care’, una iniciativa financiada por la Unión Europea destinada a implementar políticas de adaptación climática en barrios con mayor vulnerabilidad social y ambiental.
El proyecto, que se presenta como una apuesta por la justicia climática y la resiliencia urbana, se enfocará principalmente en los distritos de Tetuán y Moncloa-Aravaca. Según el Ayuntamiento, la iniciativa busca rediseñar áreas de la ciudad siguiendo criterios ambientales, sociales y de equidad promovidos desde Bruselas.
Aunque el Consistorio defiende que la intervención mejorará la calidad de vida de los ciudadanos, el programa no cuenta con financiación directa de la UE y requerirá una inversión municipal aproximada de 1,5 millones de euros por distrito. La fase de planificación y diseño se extenderá hasta 2026, fecha prevista para el inicio de las obras de transformación urbana.
Críticas al proyecto ‘Just4Care’
Expertos en urbanismo y críticos del proyecto advierten que, más allá del discurso ambiental, el Ayuntamiento asume compromisos europeos sin evaluar públicamente su impacto económico ni social. “Se habla de justicia climática, pero no se ha explicado cómo beneficiará a los vecinos ni quién decidirá los diseños finales”, señalan fuentes del sector.
El delegado de Políticas de Vivienda, Álvaro González, confirmó que la iniciativa abarcará 85 kilómetros cuadrados, equivalentes al 60% del tejido urbano residencial consolidado de Madrid, y afectará a 1,2 millones de viviendas. Sin embargo, aún no se ha detallado qué tipo de intervenciones se realizarán ni cómo se evitará que los precios de la vivienda se encarezcan en las zonas intervenidas.
Cooperación internacional y tecnología
‘Just4Care’ está coordinado por el Basque Centre for Climate Change (BC3) y cuenta con 16 socios internacionales, incluyendo gobiernos locales y entidades privadas de distintos países. Además de Madrid, ciudades como Ankara, Budapest y Zagreb también implementarán las estrategias desarrolladas por el proyecto.
El Ayuntamiento asegura que la cooperación público-privada será clave para el éxito, aunque la falta de información sobre las empresas o consultoras involucradas genera dudas sobre si se trata más de un laboratorio urbano europeo que de una mejora directa para los ciudadanos madrileños.
Por otro lado, el proyecto empleará herramientas de inteligencia artificial para evaluar riesgos climáticos y definir prioridades de intervención, lo que podría trasladar la toma de decisiones desde el ámbito municipal hacia un nivel técnico o supranacional.








