Cuando la elegancia se convierte en un arma. Durante su entrevista con David Santos, el periodista Vito Quiles dejó una de las frases más comentadas de la noche:
“Prefiero ser un facha educado que un progre violento.”
Un dardo que no solo apuntó a Sara Santaloya, tertuliana de TVE que lo había acusado de “inmigrante” y “facha”, sino también al modelo de televisión pública que, según Quiles, “vive de los enchufes, los dogmas y los novios bien colocados”.
El origen del zasca: una tertuliana subvencionada
Todo comenzó cuando Santaloya, desde el plató de Televisión Española, se refirió a Quiles como “inmigrante que va de patriota”, cuestionando su presencia en las universidades y su crítica al Gobierno.
Vito, lejos de caer en el tono histérico habitual de la tele pública, respondió con calma y veneno fino:
“Mi madre es española, mi familia es española y nací en España. Pero aunque hubiera nacido en Italia, tengo más valores occidentales que muchos de los que presumen de progresía y odian su propio país.”
Una respuesta que desató aplausos entre los seguidores de Quiles y que convirtió la entrevista con La Bandera en uno de los momentos más compartidos de la noche.
“A ti te enchufó tu sugar daddy”: la pulla que incendió Twitter
Vito no se mordió la lengua al hablar de Santaloya, a quien calificó sin rodeos como “enchufada por su sugar daddy”.
“Yo no tengo a nadie que me coloque en la tele pública. Me gano la vida con mi trabajo, no con el colchón.”
La frase corrió como pólvora por Twitter (ahora X) y se viralizó entre los usuarios que denuncian el sectarismo ideológico de RTVE, un medio que cuesta más de 1.000 millones de euros al año y que, según Quiles, “se ha convertido en un chiringuito al servicio del poder”.
El contexto: censura, insultos y una gira que incomoda
La tensión no nació de la nada. Quiles lleva semanas en el centro del huracán mediático por su gira universitaria, vetada en múltiples facultades.
Mientras la izquierda lo acusa de “agitador ultra”, él defiende que su objetivo es “fomentar el debate y romper el monopolio ideológico de las aulas públicas”.
“Si me hubieran dejado hablar dentro, no habría tenido que usar un megáfono fuera”, explicó durante la entrevista.
Un estilo que incomoda a los extremos
En un país donde el insulto se ha convertido en argumento, Quiles apuesta por un tono que mezcla ironía, dureza y educación.
“A mí me llaman facha, pero nunca maleducado. Y eso ya les duele más.”
Para muchos seguidores, esta combinación de veracidad y sarcasmo elegante es la clave de su éxito.
Para sus detractores, una amenaza directa al relato que tanto les ha costado construir.
El trasfondo político
La Bandera no evitó las preguntas incómodas: ¿quién financia sus giras?, ¿hay intereses de Vox, Atenea o el PP detrás?
Su respuesta fue clara:
“Me financia gente libre, empresarios que creen en España. No partidos. Ojalá me pagaran, pero no.”
Y añadió una frase que lo define:
“Yo no soy un agitador. Soy un periodista incómodo. Y prefiero seguir siéndolo antes que callar.”
El nuevo icono de la derecha mediática
A sus 20 y pocos años, Vito Quiles se ha convertido en un símbolo del periodismo combativo, ese que no se esconde ni se disculpa.
Entre insultos, vetos y amenazas, sigue creciendo una audiencia que no busca corrección política, sino verdades dichas sin miedo.
“Los de TVE gritan, yo argumento. Y eso, en España, ya parece revolucionario.”








