Desmantelan el operativo mientras CSIF alerta del peligro para la seguridad de los ciudadanos y del medioambiente
¿Qué puede salir mal? CSIF denuncia que las comunidades autónomas han rescindido en octubre los contratos de miles de bomberos forestales en toda España —al menos 4.000—, desmantelando así buena parte del operativo de incendios forestales. La medida llega, pese a que el periodo de alto riesgo se mantuvo vigente hasta el 1 de noviembre debido a las temperaturas inusualmente altas.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia en su web la “hipocresía de las diferentes administraciones”, que con su actuación “pone en peligro la seguridad de los ciudadanos, la calidad medioambiental de nuestros montes y la precariedad de trabajadoras y trabajadores de este ámbito, que se han dejado la piel (e incluso han perdido la vida) durante este verano, en las labores de extinción de incendios”.
Según el sindicato, «tras años de presión sindical y negociación, hemos logrado que entre en vigor recientemente la jubilación anticipada de los bomberos forestales. Pero no es suficiente. El Gobierno y comunidades autónomas tienen que seguir avanzando hacia un pacto de Estado que obligue a fijar unas plantillas mínimas durante todo el año2.
Exigen plantillas estables y recursos adecuados
CSIF considera “preciso asegurar recursos, planificación y protección constante y coordinada entre administraciones” para evitar que cada verano se repitan situaciones críticas. Entre las principales reivindicaciones figuran el refuerzo de plantillas, el reconocimiento de enfermedades profesionales, la aplicación de un reglamento de prevención de riesgos laborales y la adaptación de jornadas de trabajo a las labores de extinción.
A la falta de personal se suma el deterioro del material operativo. El sindicato demanda la renovación de los Equipos de Protección Individual (EPI) y la adquisición de vehículos todoterreno especializados, “ya que el personal trabaja en muchas ocasiones con material caducado” y en algunos casos “se ve obligado a trasladar el material a pie porque las furgonetas no pueden acceder a zonas peligrosas”.
Comunidades más afectadas
Las regiones más perjudicadas son Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia y Madrid. En Galicia, el próximo 17 de noviembre se prevé el cese de un millar de bomberos forestales. CSIF reclama “el fin de la figura del fijo discontinuo y la contratación durante todo el año del personal del Servicio de Prevención de Incendios Forestales (SPIF)”.
La central sindical recuerda que el calendario laboral previsto por la Xunta contempla que en 2025 los trabajadores sean contratados durante ocho meses, y en 2026 nueve. Sin embargo, “este cronograma aún es insuficiente y la tendencia debe ser extender la contratación a los 12 meses”, defiende CSIF, para garantizar la estabilidad laboral y la plena operatividad del servicio.
En Castilla y León, la Junta ha despedido al 30% del operativo contraincendios “a la vez que publicita un plan para profesionalizarlo y estabilizarlo”. Según CSIF, la reducción llega cuando el riesgo de incendios solo ha bajado de alto a medio, a pesar de que “siguen produciéndose incendios por la falta de lluvias y las elevadas temperaturas”.
En la provincia de León, una de las más castigadas por los fuegos de este verano, “desde el miércoles día 15 cuentan con la mitad de los helicópteros que había (dos de cuatro), quedará un buldócer de cada tres, o se despiden a los vigilantes de 6 de los 18 puestos y al 33 por ciento del personal de autobombas”.
Precariedad y falta de medios
La situación en Castilla-La Mancha refleja también la precariedad del sector. De los 2.205 trabajadores de la empresa pública Geacam, solo 1.500 trabajan todo el año. “La campaña de extinción dura apenas 96 días, cuando debería ser de seis meses”, advierte CSIF. El sindicato denuncia que el proceso para obtener una plaza fija discontinua puede tardar hasta siete años y que el sueldo base es de apenas 1.200 euros netos.
En Andalucía, “hay bomberos que son fijos discontinuos y sus contratos terminarán para mediados de este mes”. El personal eventual, contratado solo para el período de alto riesgo, finalizó en octubre. “Esto significa que, en los próximos meses, cuando habría que hacer tareas de prevención esenciales, se contará con menos personal que en la actualidad”. CSIF estima que faltan unos 220 bomberos forestales.
En Cantabria, aunque el operativo es totalmente público, “carecen de equipos de protección individual adecuados” y existen problemas de comunicación por emisoras “estropeadas o inexistentes”. También piden reforzar las plazas ante el envejecimiento de las plantillas.
En Cataluña, los contratos de los Ayudantes de Oficio Forestal finalizaron el 20 de septiembre. “Los contratan para el verano por apenas tres meses”, denuncia CSIF. Muchos abandonaron su puesto antes de finalizar por acumulación de días de vacaciones y asuntos propios.
Por último, en la Comunidad de Madrid, el sindicato negocia la aplicación del coeficiente reductor para la jubilación anticipada, la dotación completa de las 124 plazas previstas (de las que solo están cubiertas 61) y la contratación anual del personal. La comunidad cuenta actualmente con 1.500 bomberos fijos.
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