Zoé Valdés: “Cuba se muere, no hay agua, faltan alimentos y sobran enfermedades, pero lo que se necesita es libertad”
Cuba parece entrar en un coma profundo. En todos los niveles. Mientras, el Castrismo calla y parece que quiere dejar morir a sus ciudadanos. Los virus y las enfermedades se multiplican. Y ahora, desde este verano, hace presencia uno nuevo… Los primeros casos se registraron el pasado mes de julio. Inicialmente los médicos creían que se trataba del dengue, oropouche o el chikungunya, expresión que significa doblado de dolor en africano
Hoy, Cuba atraviesa una de sus crisis de salud más profundas. Los médicos de la isla lamentan la falta de recursos y acceso a medicinas mientras la población se siente vulnerable a las enfermedades conocidas y a las desconocidas. La última tiene desconcertados a los especialistas cubanos, hasta ahora incapaces de identificarla, mientras el régimen asegura que tiene el “brote controlado”.
Los consultorios y hospitales cubanos se llenan de pacientes con diferentes dolencias pero los últimos cuatro meses los que acuden se marchan sin una respuesta ni tratamiento.
Arbovirus
Los síntomas parecen ser los característicos de los ‘arbovirus’: grupos de virus que se transmiten por mosquitos, garrapatas, arañas y otro tipo de insectos. Las personas que lo padecen sienten picores en la piel que van en aumento y terminan con erupciones y llagas visibles.
El proceso atraviesa diferentes fases: dolores musculares y articulares intensos. Llegan hasta bloquear el movimiento de aquellos que los sufren además de malestar general y temblores. Todo ello, acompañado de fiebre en aumento y extrema y progresiva debilidad.
El régimen cubano trata de restar importancia a una enfermedad que los más pesimistas advierten que podría convertirse, si no lo es ya, en una pandemia en la isla.
Fiebre altísima y temblores
La publicación digital 14ymedio recoge el testimonio de Juan Carlos, un hombre de La Habana que se recupera de la infección. “Primero me dieron dolores musculares leves. Esa noche tuve fiebre altísima y temblores. Al amanecer me vi todo el cuerpo lleno de rash (erupción cutánea). Para las once de la mañana ya no me podía mover de la cama. Se me hicieron llagas en la boca y se me despellejó la cara. Moverme me provocaba dolor. Por suerte tuve a mi novia, que me hizo sopa y me daba paracetamol. Pensé en la gente que no tiene a nadie, porque moverse de un salón a otro era una proeza”.
«Se necesita libertad»
La realidad es que, como dice la periodista y escritora cubana Zoé Valdés, “Cuba se muere: no hay agua, faltan alimentos y sobran enfermedades, pero lo que se necesita es libertad”
Ni siquiera como en épocas precedentes, dice Zoé Valdés, “los opositores pueden enfrentar una lucha que les ha desgastado, que les ha hundido bajo soledad e indiferencia, por ese abandono con el que los ha tratado el resto del mundo”.
La familia Castro
Los dirigentes actuales siguen siendo los miembros de la familia Castro, con su títere de turno, Miguel Díaz Canel-Bermúdez. “Quienes mal dirigen el país son una banda de esbirros, ineptos y corruptos, que reciben órdenes de Raúl Castro y su hijo Alejandro Castro Espín, discípulo de Vladimir Putin”. Dice Zoé Valdés, que se trata de “una tiranía amparada por los sucesivos gobiernos norteamericanos, salvo los de Ronald Reagan y Donald Trump”, a los que tampoco les dio tiempo de hacer lo correcto: acabar de una vez y por todas con ese régimen y con esa familia.








