Nuevo episodio de tensión en el Congreso. El portavoz socialista de Cultura, Marc Lamuà, no solo perdió los nervios durante un debate parlamentario… también perdió la educación.
Entre gritos y reproches, el diputado del PSOE insultó a Joaquín Robles, de Vox, llamándolo “payaso” mientras intervenía otro parlamentario del PP.
El ataque se produjo este martes, durante la discusión de una proposición no de ley de Vox “en defensa de los usos y costumbres del pueblo español frente a prácticas culturales foráneas como la Fiesta del cordero”. Ninguno de los dos tenía la palabra cuando Lamuà soltó el improperio.
“Me acaba de insultar este señor tan educado”, denunció Robles ante la comisión.
Pese a ello, la sesión continuó sin sanciones ni una sola llamada al orden.
La proposición de Vox pedía rechazar la Fiesta del cordero y promover festividades tradicionales como Santiago Apóstol o San José. También reclamaba proteger la gastronomía española frente al sello halal y frenar celebraciones “ajenas a la identidad nacional”.
Lamuà, lejos de disculparse, se mantuvo desafiante, acusando a Vox de “usar la cultura como arma ideológica”:
“Lo que ustedes plantean no es defensa de la cultura española, sino un ataque a la libertad cultural y religiosa”, afirmó con tono sarcástico.
“Quieren que la cultura sea un catecismo cerrado e inmutable”.
El socialista no fue el único en cargar contra Vox. Desde Sumar, Jorge Pueyo calificó la propuesta de “islamófoba” y “supremacista nacionalcatólica”, asegurando que “la patria de Vox es muy pequeña y solo existe en sus cabezas”.
Finalmente, la Comisión de Cultura rechazó la iniciativa, que solo obtuvo los tres votos de Vox.
Pero lo que quedó en el aire fue otra cosa: el nivel de respeto y decoro que, una vez más, brilla por su ausencia en quienes exigen tolerancia mientras insultan desde su escaño.








