El impacto de la inflación sueldos España Europa vuelve a demostrar que el bolsillo español avanza a dos velocidades respecto al del resto del continente. Aunque los salarios suben y recuperan poder adquisitivo, España se aleja otra vez de la media europea por un motivo claro: en 2024 y 2025 los precios crecen más aquí que en la UE, mientras las retribuciones avanzan mucho más despacio.
Los últimos datos de Eurostat confirman lo que muchos trabajadores llevan meses notando: el espejismo de convergencia salarial tras la pandemia se ha desvanecido. España es la gran economía europea que más crece desde 2022, pero ese dinamismo no llega al salario medio.
España vuelve a perder terreno: la brecha salarial ya es mayor que en 2023
En euros corrientes, el salario medio europeo fue en 2024 un 18,1% superior al español, frente al 17,5% del año anterior.
Si se descuenta la inflación (IPC armonizado), la distancia queda en un 12,3%, nueve décimas más.
¿Por qué ocurre esto?
Principalmente por dos motivos:
- La inflación en España volvió a ser más alta: 2,9% frente al 2,6% de la UE.
- Las subidas salariales fueron más discretas que en la media comunitaria.
Entre 2019 y 2023, la ventaja española era la moderación de precios: un 15% de inflación frente al 20,3% europeo. Eso permitió acercar los sueldos reales. Pero en 2024 ese colchón desapareció.
2025 marca una tendencia preocupante: se agranda la distancia
Los datos más recientes apuntan en la misma dirección:
- Los costes salariales crecen un 3,6% en España, pero un 4,2% en la UE.
- Los precios repuntan en torno al 3%, impulsados por la electricidad y el transporte.
Resultado: la brecha salarial seguirá aumentando en 2025.
Brecha salarial España vs UE (2023-2024)
Ganamos un poco de poder adquisitivo… pero seguimos estancados
El salario medio en 2024 fue solo un 1,1% mayor que en 2019 en términos reales.
Sin embargo, la comparación a largo plazo es clara: España acumula 17 años de estancamiento.
Desde 2007:
- España: +4,6% de salario real
- Media UE: +6,7%
- Francia: +3%
- Italia: –8,8%
- Alemania: +14,3%
El contraste con Alemania es abismal, pero frente a Italia o Francia la situación española se ve menos dramática. Aun así, seguimos lejos de la media comunitaria.
El SMI sube como un cohete; los salarios medios apenas se mueven
Uno de los fenómenos más llamativos es la divergencia entre:
- El salario mínimo interprofesional (SMI)
- El salario medio
El SMI ha subido un 54,1% entre 2018 y 2024, reduciendo desigualdad e impulsando a millones de trabajadores hacia la parte baja-intermedia de la escala salarial.
Sin embargo, el “efecto arrastre” hacia los salarios intermedios no se ha producido:
- Los trabajadores que ganan entre el SMI y un 0,5% más han pasado del 15,6% al 23,5%: casi 5 millones de personas.
- El SMI supera ya los niveles salariales más bajos de muchos convenios.
- La negociación colectiva no logra empujar los salarios medios hacia arriba.
El resultado: el país se comprime salarialmente, pero sin aumentar de forma significativa los ingresos del tramo intermedio.
Motivos profundos: el modelo productivo vuelve al banquillo
Los elementos estructurales siguen pesando tanto como hace décadas:
1. Actividades de bajo valor añadido
Turismo, comercio y hostelería —sectores con menor productividad— representan una parte enorme del empleo.
2. Empresas pequeñas y baja inversión en I+D
España tiene menos empresas grandes y menor innovación, lo que se traduce en salarios más bajos.
3. Mismatch entre formación y empleo
La sobrecualificación y las habilidades infrautilizadas frenan la productividad real.
4. Sindicatos con menor fuerza negociadora
A diferencia de Alemania o los países nórdicos.
5. Productividad total de los factores estancada
Según Fedea y BBVA Research, la PTF lleva desde 2020 sin avanzar, pese a mejoras puntuales por reasignación de empleo.
Las cotizaciones sociales: otro elemento que presiona los salarios
La última reforma de pensiones ha incrementado las cotizaciones sociales, generando un efecto indirecto en las decisiones de las empresas:
- Las cotizaciones ganan peso dentro del coste laboral total.
- Los salarios, especialmente los altos, se contienen ante la subida de bases máximas y la “cuota de solidaridad”.
Paradójicamente, esto también reduce desigualdad, pero a costa de frenar el crecimiento salarial en los niveles superiores.
¿Qué se puede esperar a partir de 2026?
Los analistas coinciden: si la inflación sigue por encima de la media europea y los salarios no aceleran su crecimiento, España seguirá alejándose de la convergencia con Europa.
El crecimiento económico es robusto, pero el mercado laboral no está transformándose al mismo ritmo. Y sin cambios estructurales —más innovación, más productividad y más valor añadido—, el salario español seguirá atrapado entre dos fuerzas: inflación y bajos niveles productivos.












