España atraviesa uno de los momentos económicos más tensos de los últimos años: cesta de la compra disparada, alquileres imposibles, familias recortando hasta en calefacción y autónomos trabajando a pérdidas. Y, en plena tormenta económica, el Gobierno ha decidido comprometer 100 millones de euros de los presupuestos españoles para financiar la compra de armamento estadounidense destinado a Ucrania.
La cifra no es menor ni anecdótica. Según fuentes de la delegación que acompaña a Volodímir Zelenski en su visita a Madrid, España asumirá esa aportación dentro de un paquete de 500 millones coordinado por la OTAN, enmarcado en el programa PURL, creado para cubrir las necesidades más urgentes del Ejército ucraniano, especialmente sistemas antiaéreos para frenar los ataques rusos.
Un país exhausto… pero financiando armamento extranjero
Mientras millones de españoles ajustan gastos para llegar a fin de mes, el acuerdo entre Pedro Sánchez y Zelenski incluye la financiación directa de armamento fabricado en Estados Unidos.
Es decir: España paga → Ucrania recibe → y la industria militar estadounidense fabrica y cobra.
Un movimiento que el Gobierno presenta como compromiso internacional, pero que para la oposición y gran parte de la población es una muestra más de que el Ejecutivo prioriza la política exterior antes que las urgencias internas.
La reunión en Moncloa que cerró el acuerdo
El encuentro entre Sánchez y Zelenski en La Moncloa selló la participación española en el programa PURL, que se sumará a otras aportaciones ya anunciadas.
La visita del presidente ucraniano —tercera desde 2022— forma parte de una gira europea destinada a presionar a los aliados para incrementar el suministro militar.
La jornada incluyó:
– recepción en el Congreso por Armengol y Rollán,
– almuerzo con Felipe VI,
– y una reunión en la sede de Indra para conocer las capacidades tecnológicas españolas.
Pero la noticia no fue la agenda diplomática, sino la decisión de enviar 100 millones inmediatos a un conflicto internacional mientras España vive en niveles récord de pobreza laboral y familias en riesgo.
¿Qué comprará Ucrania con el dinero español?
La aportación se usará para adquirir armamento de fabricación estadounidense, principalmente:
– sistemas antiaéreos,
– tecnología de detección,
– defensa frente a drones y misiles rusos.
Nada de ese material se fabrica en España, por lo que ese dinero no reforzará la industria nacional, ni generará empleo, ni retornará a la economía española.
Los españoles preguntan: ¿y para nosotros qué?
La indignación se ha hecho evidente en redes y tertulias:
¿Cómo puede el Gobierno destinar 100 millones al exterior mientras:
– los jóvenes no pueden alquilar,
– los pensionistas ven su cesta de la compra encarecida un 30%,
– los autónomos cierran por asfixia fiscal,
– los bancos de alimentos batallan para abastecer a miles de familias?
La sensación generalizada es que España paga facturas ajenas mientras sus propios ciudadanos siguen desatendidos.
La contradicción económica del Gobierno
Paradójicamente, el Gobierno insiste en pedir “responsabilidad fiscal” a los ciudadanos mientras incrementa el gasto internacional.
La decisión, además, llega en un momento donde:
– El paro juvenil sigue entre los más altos de Europa.
– Las ayudas a la vivienda están prácticamente agotadas.
– Los servicios públicos acusan falta de personal.
– La deuda pública es la más alta de la democracia.
Para los analistas de corte conservador, el mensaje es claro: Sánchez presume de solidaridad internacional mientras ignora la emergencia social dentro de sus fronteras.
