La sesión de control de este miércoles dejó una escena de esas que se viralizan solas: Míriam Nogueras, portavoz de Junts, mirando a Pedro Sánchez a pocos metros y acusándole en directo de “mentiras”, “incumplimientos” y de usar Cataluña como si fuese un eslogan de campaña.
Lo dijo sin rodeos. Lo dijo sin freno. Y sobre todo, lo dijo apuntando al punto más vulnerable del Gobierno: su dependencia parlamentaria.
Pero ¿qué hay detrás de esta nueva explosión política? ¿Por qué las palabras de Nogueras no son un simple enfado más? Vamos por partes.
¿Qué encendió a Junts esta vez?
La ruptura entre Junts y el PSOE ya venía caliente. Pero esta intervención fue algo más que un cruce de reproches. Nogueras subió a la tribuna con un objetivo: recordar a Sánchez que sin los siete votos de Junts no tiene ni Presupuestos, ni estabilidad, ni relato.
En tono directo, señaló:
- Que el Gobierno “no cumple” con Cataluña.
- Que cada día recauda más pero los ciudadanos “viven peor”.
- Y que el presidente intenta aparentar fuerza cuando, en realidad, “no tiene los votos”.
Estas frases no solo buscan impacto en el Congreso. Buscan algo mucho más peligroso para Moncloa: minar la idea de que la legislatura está controlada.
El dardo más afilado: “¿O tienen un acuerdo secreto con PP y Vox?”
Fue la frase más repetida en redes.
Nogueras, mirando a Sánchez, soltó:
“¿O tienen un acuerdo con PP y Vox para aprobar los Presupuestos?”
La pregunta no era inocente. No era realista. Era retórica, calculada y diseñada para encender titulares.
Insinúa que el PSOE podría estar tanteando a sus enemigos políticos si Junts no se pliega. Y, sobre todo, lanza un mensaje a su propio electorado: “No somos la muleta de Sánchez. No nos chantajea nadie.”
Este tipo de movimientos encajan en la dinámica que ya vimos en otros episodios de tensión entre partidos nacionalistas y el Gobierno. Una lectura que se complementa con las negociaciones que ya trascendieron sobre la futura legislación económica entre Junts y el PP en algunos temas, tal como destapó Junts negocia con el PP una futura legislación económica razonable.
Vivienda, sanidad y Rodalies: el cóctel perfecto para golpear
El discurso de Nogueras tocó tres puntos que la ciudadanía sufre a diario:
Vivienda fuera de control
Reprochó que el Gobierno no haya dado soluciones para frenar los precios. Un tema que en Cataluña está tensionado al máximo y que funciona como munición política recurrente.
Falta de profesores y sanitarios
Un problema real que afecta a la percepción sobre los servicios públicos. Cualquier partido que se aleje de esto pierde.
Cercanías, la herida que no cierra
El caos de Rodalies es uno de los elementos que más desgaste provoca en Cataluña.
Golpear aquí es siempre efectivo.
Sánchez responde con una frase que no convence a Junts
El presidente intentó apagar el incendio asegurando que Cataluña “está mejor que hace dos años y mucho mejor que hace siete”. Y lo justificó con tres grandes ejes:
- Políticas sociales para trabajadores
- Inversiones en vivienda
- Validación jurídica de la ley de amnistía
Una defensa de manual. Política, institucional y con tono presidencial.
Pero que Junts no comprará. Porque la clave no está en lo que Sánchez haga o deje de hacer… sino en mostrar que la estabilidad del Gobierno depende de ellos.
Una estrategia que ya hemos visto también en el eje Vox–PP–Junts en otros movimientos, como reflejó el reportaje El 77 % de votantes de VOX piden un acuerdo con PP y Junts para una moción de censura, un contenido muy alineado con la situación actual.








