La Policía Nacional ha logrado detener y poner ante el juez a los cuatro individuos que propinaron una salvaje paliza a dos agentes que se encontraban fuera de servicio en Alcalá de Henares. Los agresores atacaron por la espalda, sin aviso y sin permitir ningún tipo de defensa, causando lesiones tan graves que uno de los policías perdió varias piezas dentales y sufrió daños en la visión de un ojo, mientras que su compañero terminó con una clavícula rota.
Fue una paliza completamente cobarde.
Y la investigación no ha dado tregua.
Una emboscada brutal en plena calle
Los hechos ocurrieron el 9 de noviembre, cuando los dos agentes caminaban por la localidad madrileña y fueron abordados por cuatro varones que, según la instrucción, actuaron en grupo, coordinados y con una violencia desmedida.
Fuentes policiales describen el ataque como una agresión sorpresiva, ejecutada por la espalda y con intención evidente de incapacitar a las víctimas desde el primer segundo. El objetivo: impedir que pudieran defenderse.
La escena dejó a ambos agentes malheridos en el suelo mientras los agresores huían.
La investigación: días sin descanso, placas de madrugada y una caza contrarreloj
Ante la gravedad de las lesiones y el hecho de que los atacantes iban en grupo, la Policía Nacional activó un dispositivo especial de búsqueda, localización y captura.
El operativo se extendió por varios días y noches, implicó múltiples unidades y se saldó con:
- Identificación de todos los implicados
- Localización en diferentes puntos de la Comunidad de Madrid
- Detenciones coordinadas los días 9, 14 y 18 de noviembre tanto en Alcalá de Henares como en el distrito madrileño de Latina
Este tipo de despliegue —aseguran fuentes internas— se reserva para casos en los que existe un grave riesgo de fuga o reincidencia.
Los cuatro están detenidos: dos ya duermen en prisión
Tras ser puestos a disposición judicial, el juez ha ordenado el ingreso inmediato en prisión para dos de los atacantes.
Los otros dos quedan en espera de ingreso en centros penitenciarios, lo que indica que la investigación continúa y que las acusaciones podrían ampliarse.
Los cargos incluyen:
- Delito de lesiones
- Atentado contra agente de la autoridad
- Agresión en grupo
- Coordinación violenta
La actuación judicial confirma la extrema gravedad del caso y la contundencia con la que se responderá.
Por qué este caso ha indignado a la Policía: un ataque que pudo ser mortal
La clave no es solo la paliza.
Es cómo se ejecutó.
Un ataque por la espalda
Los cuatro agresores acometieron directamente desde atrás, impidiendo a los agentes incluso girarse. Fue un ataque diseñado para causar daño máximo sin ofrecer opción de defensa.
Lesiones gravísimas
Las heridas no fueron rasguños:
- Pérdida de dientes
- Lesiones en la visión
- Clavícula rota
- Contusiones múltiples
Según fuentes médicas, el golpe en el ojo podría dejar secuelas duraderas.
Los agresores sabían lo que hacían
La investigación apunta a un comportamiento completamente organizado. No fue improvisado. Fue una acción de grupo.








