Comprar una vivienda en España vuelve a ser sinónimo de esfuerzo extremo. Las familias ya necesitan 7,7 años de salario bruto para hacerse con una casa y destinan el 34,6% de sus ingresos solo en el primer año de hipoteca, según los últimos datos del Banco de España. Es el nivel más alto en 14 años. Y no, no se veía algo así desde antes de la crisis financiera.
El sueño de tener casa propia es hoy, más que nunca, una carrera cuesta arriba: precios disparados, falta de oferta y una demanda que sigue creciendo sin que el mercado pueda absorberla.
El mayor esfuerzo desde 2011: casi ocho años trabajando para un techo
El dato es demoledor: 7,7 años de sueldo para comprar una vivienda libre de unos 94 metros cuadrados.
Y atención: desde junio de 2020 España no baja de los 7 años de esfuerzo.
La estadística del Banco de España refleja lo que muchos ciudadanos ya perciben en la calle: el mercado está tensionado y los precios suben más rápido que los salarios.
Para encontrar un esfuerzo mayor hay que mirar al pasado: finales de 2011, cuando se alcanzó el anterior récord con 7,76 años de salario. En plena resaca de la burbuja.
La vivienda sube un 12,1% y marca récord histórico: 2.153 €/m²
El tercer trimestre ha dejado una sorpresa amarga:
La vivienda libre subió un 12,1% interanual, una subida de dos dígitos que empuja el precio hasta 2.153,4 euros/m2, el valor más alto en toda la serie histórica desde 1995.
Con este salto, el precio supera incluso el máximo de la burbuja inmobiliaria de 2008.
Esto renueva un escenario inquietante: el esfuerzo crece, el ahorro no acelera y los sueldos suben a un ritmo que no compensa el encarecimiento del mercado.
El esfuerzo no baja desde 2022: siempre por encima del límite recomendado
Los expertos recomiendan no superar el 30% de los ingresos para pagar la vivienda.
Pero desde principios de 2022, España vive instalada por encima de ese máximo.
- En 2023: el esfuerzo llegó al 37%
- En 2024: bajó ligeramente al 35%
- En 2025: se mantiene en el 34,6%
Es decir: la carga hipotecaria sigue muy por encima de lo razonable.
Y si retrocedemos 16 años, al 2008, el panorama era todavía más dramático: el primer año se destinaba el 54,7% del salario a la vivienda. La diferencia es que ahora no existe el freno que supuso el crash de aquella burbuja.
De 1987 a hoy: del mínimo histórico al regreso de las tensiones
En 1987 comprar casa era otra historia: bastaban 2,96 años de salario.
La diferencia refleja la transformación del mercado:
- Escasez de vivienda disponible
- Aumento de la demanda
- Mayor presión en zonas urbanas
- Precios que recuperan y superan máximos históricos
El Banco de España ya habla abiertamente de “creciente dificultad de acceso”, especialmente entre jóvenes y hogares vulnerables.
¿Estamos ante una nueva burbuja?
Los analistas no se ponen de acuerdo, pero los datos no ayudan a despejar la duda:
- Precios disparados
- Esfuerzo creciente
- Salarios que no acompañan
- Un mercado con poca vivienda en alquiler y aún menos en venta
- Un contexto económico que no promete grandes mejoras a corto plazo
La sensación de una “burbuja contenida” gana peso entre expertos inmobiliarios. Lo que sí está claro es que, para miles de familias, la vivienda vuelve a ser un lujo difícil de pagar.












