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El Corte Inglés: avivan las quejas por su rígida política de devolución en electrónica

La polémica se centra en la dificultad que encuentran los consumidores para ejercer su derecho a cambio o reembolso por parte de El Corte Inglés

La reputación de servicio al cliente de El Corte Inglés se está viendo empañada. Todo por una creciente ola de quejas relacionadas con su política de devolución de equipos informáticos, televisiones y aparatos electrónicos similares.

Clientes y asociaciones de consumidores denuncian que la empresa está poniendo «innumerables trabas«. Está aplicando una interpretación excesivamente estricta de sus condiciones, especialmente en lo referente al plazo de 15 días y la exigencia de mantener el precinto original o la «caja intacta».

La polémica se centra en la dificultad que encuentran los consumidores para ejercer su derecho a cambio o reembolso por parte de El Corte Inglés.

A pesar de los 15 días que la compañía ofrece, si el producto, una vez abierto, presenta el menor indicio de uso o si el embalaje no se considera «perfecto», la devolución suele ser denegada… En el mejor de los casos, se ofrece un vale con condiciones desfavorables. Aún cuando el producto está defectuoso.

«Es totalmente abusivo»

«Intenté devolver un portátil que no cumplía mis expectativas a los tres días, pero como el precinto de la caja estaba roto, se negaron. Es totalmente abusivo«, explica Juan M., un cliente afectado en Barcelona.

Las quejas se multiplican en redes sociales y foros especializados. Los consumidores sienten que la política de la empresa es contradictoria. Por un lado, se anima a la compra presencial para probar los productos, pero por otro, se les penaliza por abrirlos.

Para muchos, es casi imposible determinar la idoneidad de un equipo informático o una televisión sin encenderlo y utilizarlo, lo que inevitablemente implica romper el precinto.

Fuentes del sector de consumo indican que esta restricción es mucho más estricta que la aplicada por otros grandes competidores, tanto online como físicos. Mientras que otras cadenas permiten una prueba del producto o exigen solo que esté en perfectas condiciones de reventa, El Corte Inglés parece aferrarse al estado del embalaje.

Las asociaciones de consumidores no descartan tomar acciones legales o presentar una reclamación formal ante las autoridades de consumo. Argumentan que la política actual podría vulnerar la buena fe y los derechos del consumidor a la hora de retractarse de una compra.

«Si no queda satisfecho, le devolvemos su dinero»

La empresa, conocida por su eslogan «si no queda satisfecho, le devolvemos su dinero», enfrenta ahora un desafío crítico que pone en peligro la confianza de sus clientes en la división de electrónica.

Se espera que El Corte Inglés responda públicamente a estas graves acusaciones y reevalúe su protocolo para encontrar un equilibrio entre la protección del producto y la satisfacción de sus clientes. La flexibilidad se antoja necesaria para recuperar la credibilidad perdida.

La ausencia de un comunicado oficial sugiere que, por el momento, El Corte Inglés se aferra a su normativa interna, la cual exige la integridad total del precinto y el embalaje. Esta interpretación es la que, en la práctica, hace muy difícil la devolución una vez que el cliente ha abierto el producto para probar su funcionalidad.

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