«Sánchez llegó a lomos de Bildu y va a aguantar hasta el final protegido por ellos» ha resaltado el líder de VOX
El líder de VOX, Santiago Abascal, ha cuestionado duramente el nombramiento de la nueva Fiscal General del Estado, Teresa Peramato, subrayando que su principal aval es haber sido seleccionada por Pedro Sánchez y un Gobierno que, según él, «actúa como una auténtica mafia». Durante su entrevista en Espejo Público de Antena 3, Abascal negó otorgarle un «voto de confianza» y afirmó estar «curado de espanto» con las decisiones del Ejecutivo.
Para el dirigente de VOX, lo más relevante del perfil de Peramato no es su experiencia profesional, sino su dependencia directa del presidente del Gobierno: «¿De quién depende la Fiscalía? De Pedro Sánchez», insistió. Abascal acusó al Ejecutivo de intentar «destruir la separación de poderes» mientras se ve envuelto en múltiples escándalos de corrupción que afectarían al propio presidente.
El líder de VOX también criticó al Partido Popular por supeditar su postura respecto a Peramato al informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), un órgano cuya renovación se pactó entre PSOE y PP «en el extranjero», en un encuentro organizado por un condenado por corrupción. «No podemos dar votos de confianza a las propuestas de un Gobierno que comete irregularidades graves», subrayó.
Respecto a la sentencia del Tribunal Supremo que anuló el nombramiento de Álvaro García Ortiz como fiscal general, Abascal la consideró «correcta», pero censuró que el Ejecutivo recurra al Tribunal Constitucional para revertirla. Denunció que este tribunal se ha convertido en una «última instancia política» al servicio del Gobierno, gracias a la mayoría conseguida mediante el pacto PSOE-PP que colocó a Cándido Conde-Pumpido al frente.
En este sentido, Abascal diferenció entre la «justicia ordinaria», formada por «excelentes jueces», y el Tribunal Constitucional, al que calificó de «tribunal político, pactado por los partidos». Citó ejemplos polémicos, como la anulación de la sentencia de los ERE en Andalucía y la legalización de formaciones políticas relacionadas con ETA tras haber sido ilegalizadas por el Supremo.
Controversias y relaciones políticas
Sobre la supuesta reunión entre Pedro Sánchez y Arnaldo Otegi en un caserío del País Vasco en 2018, vinculada al caso Koldo, Abascal afirmó considerar creíble que el encuentro hubiera existido. Señaló que Sánchez «ha demostrado ser capaz de mentir siempre» y que Otegi «necesita» al presidente en el poder, por lo que ambos negarían cualquier cita.
Abascal enfatizó que, más allá de si la reunión ocurrió, lo crucial es que «Bildu puso a Pedro Sánchez en el poder», siendo todavía un socio clave para la estabilidad del Ejecutivo. También mencionó los indultos a condenados por violencia callejera en actos contra VOX.
VOX y su crecimiento en las encuestas
En cuanto a las encuestas, Abascal reconoció que VOX está en crecimiento, captando votos del PP, PSOE y abstencionistas, sobre todo entre jóvenes. Rechazó que su partido busque un público específico, asegurando que se dirigen «a todos los españoles».
Abascal desestimó la idea de que exista una «pinza» entre VOX y el PSOE contra el PP, argumentando que la verdadera cooperación entre populares y socialistas ocurre en Bruselas, donde suelen votar conjuntamente en asuntos de política climática, migración y legislación de género. Recordó también pactos bipartidistas en órganos como el CGPJ y el Tribunal de Cuentas.
Inmigración y seguridad: un problema creciente
El líder de VOX dedicó parte de la entrevista a la inseguridad y la inmigración. Denunció un aumento de las agresiones sexuales en España y culpó al Gobierno por la ley del «solo sí es sí» y su política migratoria. Abogó por la deportación de inmigrantes que cometan delitos, incluso si tienen residencia legal, y por la repatriación de quienes ingresen ilegalmente. También propuso fomentar el regreso de españoles que emigraron al extranjero.
Sobre los datos de criminalidad difundidos por Mossos d’Esquadra y Ertzaintza, Abascal defendió que sea «de sentido común» incluir el origen de los delincuentes para diseñar políticas de seguridad más eficaces. Señaló que otros países europeos ya han debatido la relación entre agresiones sexuales y bandas extranjeras organizadas, y aseguró que España «va retrasada» en este tipo de discusiones.
