La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil investiga si Francisco “Paco” Salazar —uno de los hombres de absoluta confianza de Pedro Sánchez— estuvo cobrando 2.000 euros mensuales del Ayuntamiento de Dos Hermanas sin ir a trabajar. El caso, destapado tras una denuncia de Vox y adelantado por ABC, apunta a un posible contrato fantasma entre 2012 y 2017, cuando Francisco Toscano era alcalde de la localidad sevillana.
Registro en el Ayuntamiento: ¿trabajador… o figurante?
Los agentes de la UCO han registrado dependencias del consistorio nazareno en busca de documentación que aclare si Salazar, contratado como técnico municipal, ejercía realmente alguna función o si, como sospechan los investigadores, su verdadero puesto estaba en Madrid trabajando para el PSOE.
Según la denuncia, mientras cobraba del Ayuntamiento, Salazar se dedicaba a tareas internas del partido, actuando como pieza clave en la estructura socialista durante los años de ascenso de Pedro Sánchez.
Documentación incautada: contratos, firmas y asistencia
La Guardia Civil ha recogido contratos, registros de entrada, comunicaciones internas y toda la documentación relacionada con la contratación de Salazar. El Ayuntamiento afirma que ha entregado “todo lo solicitado” y que la documentación es “correcta”. La UCO quiere comprobar si lo es… o si hay papeles firmados por un trabajador que nunca estuvo allí.
Los delitos que se investigan son malversación, tráfico de influencias y prevaricación.
Vox señala el origen del caso
La denuncia de Vox no solo apunta a Salazar. También pone el foco en el entonces alcalde Francisco Toscano, a quien acusan de orquestar la contratación y permitir que se pagara con dinero público un sueldo que —si se confirman los indicios— jamás correspondió a trabajo alguno.
Toscano fue durante décadas uno de los barones socialistas más influyentes de Andalucía. El caso, si avanza, podría convertirse en un nuevo episodio incómodo para el PSOE.
Salazar, un nombre que vuelve del pasado
Paco Salazar no es un desconocido en el entorno de Sánchez:
— Fue su hombre de confianza tanto en Ferraz como en La Moncloa.
— Estaba en su círculo más estrecho hasta que tuvo que dimitir por una acusación de acoso.
— Pese a ello, Sánchez lo recuperó hace unos meses al contratar la consultora para la que trabaja Salazar, que asesora la recta final de la legislatura.
El retrato que emerge es claro: un personaje que nunca dejó de orbitar alrededor del líder socialista, incluso tras escándalos internos.
Más registros, más dudas y más presión
La UCO también ha inspeccionado dependencias del Ayuntamiento de Sevilla para reconstruir el rol real de Salazar y verificar si cumplía sus obligaciones como técnico municipal o si su nómina era, como sospechan los agentes, un sueldo en B… pero legalizado.
El caso avanza y se esperan nuevas diligencias. De confirmarse los indicios, podría convertirse en uno de los golpes más incómodos para el aparato socialista desde el estallido del Caso Koldo, donde incluso Podemos señaló directamente a Sánchez afirmando que “es inverosímil que la supuesta corrupción le fuera ajena”.








