Albacete acaba de detonar una bomba política con eco nacional: el Ayuntamiento ha declarado a Pedro Sánchez ‘persona non grata’ y ha exigido su dimisión por “pactar con los asesinos” y “herederos de ETA”. Lo que debía ser un pleno rutinario se convirtió en un escenario incendiado, con acusaciones cruzadas, reproches históricos y un clima de guerra abierta entre partidos.
La moción —impulsada por el concejal no adscrito José Ramón Conesa y respaldada por PP y Vox— marca un antes y un después: es la primera vez que una capital de provincia expulsa simbólicamente al presidente del Gobierno y coloca su figura en el centro de un conflicto institucional de alto voltaje.
Un pleno convertido en juicio político
José Ramón Conesa, suspendido de militancia de Vox tras facilitar un presupuesto municipal que el partido rechazaba, entró al pleno “sin colores” pero con un discurso feroz. Acusó a Sánchez de:
- “Pactar con los asesinos y herederos de ETA”.
- Ser “manifiestamente inútil”.
- Padecer “corrupción crónica”.
- Haber demostrado una gestión “negligente” en la pandemia.
- Y “abandonar” a los afectados por la DANA.
Su intervención, que algunos concejales describieron después como “de pólvora pura”, encendió la mecha del pleno.
PP: “El sanchismo es una emergencia nacional”
La concejala del PP Rosa María González de la Aleja fue más allá de apoyar la moción: la abrazó.
Aseguró que:
—“Compartimos plenamente la descripción de Conesa.”
—“Sánchez ha degradado la democracia.”
—“España está en una situación económica dramática.”
—“Terminar con el sanchismo es una emergencia nacional.”
Estas palabras sintetizan el clima político de un PP que gobierna la ciudad y que ha utilizado este pleno para marcar territorio, enviando un mensaje directo a La Moncloa: el rechazo a Sánchez ya no es solo parlamentario, ahora se materializa en ayuntamientos.
Vox vota a favor… aunque detesta al proponente
El momento más peculiar del pleno lo protagonizó Vox.
Lorena González Vidal, su concejala, admitió abiertamente que apoyaban la moción “por el bien de los españoles”, pese “al señor que la propone”.
Era una frase quirúrgicamente calculada: apoyar la idea sin reconocer liderazgo a Conesa, un concejal al que Vox considera un traidor interno. Pero su voto fue decisivo, y la moción prosperó con claridad.
PSOE y Unidas Podemos: “Esto es franquismo disfrazado”
La bancada de izquierdas estalló contra el texto y contra el tono del debate.
El socialista José González Martínez denunció que se estaba cruzando una “línea muy peligrosa para la democracia”, acusó a Conesa de hacer apología del franquismo en varias ocasiones y lanzó un mensaje áspero:
—“La política no es meter mierda contra los demás.”
María Nieves Navarro, de Unidas Podemos, remató acusando al alcalde, Manuel Serrano (PP), de usar a los no adscritos para “hacer el trabajo sucio” y presentar mociones que “no se atreve a defender”.
¿Por qué Albacete? La geometría política del estallido
La declaración contra Sánchez no es un gesto simbólico aislado.
Varios factores explican que la ciudad haya sido el epicentro:
- PP gobierna, Vox condiciona y Conesa es el ‘verso suelto’:
Una combinación explosiva que ha creado un ayuntamiento políticamente imprevisible. - La ciudad ha sido escenario reciente de varios actos de Sánchez, incluido el de Airbus Helicopters, donde ya se escucharon protestas.
- El clima político nacional está saturado por investigaciones, pactos polémicos, cesiones legislativas y tensiones internas en el PSOE —como las advertencias de García-Page sobre el “riesgo” de Ábalos y las fracturas crecientes.
Albacete se convierte así en un termómetro: si una capital de provincia llega a este punto, el mensaje hacia el resto del país es claro. La desafección hacia Sánchez ha saltado del Parlamento a la calle y a las instituciones locales.
Esto no se va a quedar aquí: réplicas, respuestas y posibles contagios
Expertos municipales ya anticipan que la moción podría generar un efecto dominó:
- Otros ayuntamientos gobernados por PP y Vox podrían replicarla.
- Se intensificará la presión sobre Ferraz en un momento crítico, con Ábalos entrando en prisión y la legislatura debilitada.
- Sánchez podría utilizar el caso para victimizarse políticamente… pero el desgaste ya es real.
Mientras tanto, fuentes del PSOE lamentan que se esté “normalizando” un lenguaje propio de “épocas oscuras” y ven la mano de un sector que quiere “dinamitar cualquier diálogo institucional”.
No es solo un gesto: es un punto de quiebra política
Declarar a un presidente del Gobierno “persona non grata” no tiene efectos legales, pero sí un simbolismo devastador:
es el rechazo total, absoluto, a su figura, su proyecto y su liderazgo.
Para el sanchismo, significa una humillación.
Para la oposición, un trofeo político.
Para el país, un síntoma de una polarización que sigue escalando sin freno.
Albacete ha hablado.
Y lo que ha dicho es dinamita.












