Sánchez, el gran ilusionista del Sanchismo, dejó un «enorme vacío político» al prescindir de Ábalos, permitiendo que ZP y sus secuaces ocuparan el terreno
En un giro que parece sacado de una novela de espías barata, pero que huele a realidad putrefacta, Víctor Ábalos, hijo del exministro caído en desgracia José Luis Ábalos, ha soltado la bomba. Todo confluye en José Luis Rodríguez Zapatero, el eterno ZP, a quien pinta como el capitán de las cloacas del PSOE.
Sí, ese mismo ZP que se pasea por el mundo como un mesías de la paz, pero que, según el joven Ábalos, es el macrofontanero del partido, el que arregla tuberías ocultas y hasta instructor de figuras como Leire en el arte del poder subterráneo.
El hombre que prometió alianzas de civilizaciones ahora es acusado de tejer redes de lobby y contrapoderes que apestan a corrupción.
ZP y sus cloacas
Como detalla el medio Vozpópuli en su revelador artículo, Víctor Ábalos no se anda con rodeos. «Zapatero es responsable de la cloaca del PSOE. Esa cloaca es la que tiene mi padre encima. Mi padre tiene todo un Estado paralelo encima. Y Zapatero está relacionado con esos contrapoderes incrustados en ese Estado».
Ahí lo tienen, textual y sin filtros. Según él, ZP acumuló «mucho poder» y vio en su padre un «obstáculo» para sus chanchullos de lobby, especialmente en Iberoamérica, donde el expresidente se mueve como pez en el agua turbia de Venezuela, entre «alacranes» y oposiciones domesticadas.
El dinosaurio socialista José Blanco
El caso Koldo, esa trama de adjudicaciones pandémicas que ha mandado a Ábalos padre a la trena, no es más que el detonante de una «historia ya escrita», orquestada por este triángulo infernal: ZP, una cúpula policial afín y la consultora Acento, vinculada a dinosaurios socialistas como José Blanco.
Pero no para ahí la ironía. Víctor Ábalos describe cómo, tras la destitución de su padre por Pedro Sánchez en 2021, «esas personas que estuvieron relegadas recuperaron espacio en los resortes de poder».
Sánchez, el ilusionista del Sanchismo
Sánchez, el gran ilusionista del Sanchismo, dejó un «enorme vacío político» al prescindir de Ábalos, permitiendo que ZP y sus secuaces ocuparan el terreno. «Todo confluye en el expresidente«, insiste el hijo, apuntando a presiones de ZP y hasta de Begoña Gómez en rescates empresariales como Air Europa y Plus Ultra. Y sobre el PSOE en general, no escatima. «Pienso en un triángulo, el que forman el expresidente, una cierta cúpula policial afín y un tercer vértice que estaría representado por Acento. Por la consultora de José Blanco pasan los potenciales clientes, y ministro que no da brazo a torcer, problema que hay que quitarse de enmedio».
Seguro que en el PSOE dirán que esto es otra invención de la derecha, una más de esas ‘fake news‘ que tanto les gustan denunciar mientras barren bajo la alfombra.
Pero las palabras de Víctor Ábalos resuenan con fuerza: niega vínculos de su padre con Víctor Aldama, a quien acusa de «inquina» personal e inventar comisiones ilegales en Colombia y España.
Delcygate frente a la paz y el amor de ZP
Y sobre el Delcygate, esa noche fatídica en Barajas, sentencia. «La única persona que nunca debió estar esa noche en Barajas era mi padre». Ironía suprema: el PSOE, autoproclamado campeón de la transparencia, parece más un club de fontaneros clandestinos que un partido democrático.
En fin, mientras ZP sigue su gira mundial de «paz y amor», estas acusaciones pintan un retrato poco halagador. Y nos preguntamos si será el fin de las cloacas socialistas o solo otro capítulo en la saga de impunidad.
Queda por ver si Sánchez, ese mago de las encuestas, logra conjurar este escándalo con su varita de amnistías y pactos oscuros.












