Una medida drástica ante la crisis energética
Las autoridades han comenzado a lanzar avisos en varias regiones instando a los ciudadanos a bajar persianas y cerrar cortinas a partir de una hora concreta. El objetivo es claro: intentar contener el gasto energético ante la ineficiencia de las políticas actuales para garantizar un suministro asequible.
¿A qué hora debes blindar tu casa?
La recomendación se centra en las horas de menor luz solar para evitar la fuga de calor (o entrada de frío/calor según contexto), una solución ‘parche’ que recae nuevamente sobre la responsabilidad individual de las familias en lugar de ofrecer soluciones estructurales al precio de la luz.
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Siete regiones ya están en alerta
Los avisos ya han comenzado a circular, y se espera que más comunidades se sumen a esta iniciativa que recuerda a tiempos de racionamiento más que a una potencia europea del siglo XXI.
Un consejo que ya suena más a orden que a recomendación
Lo que empezó como una sugerencia técnica de ahorro se ha convertido en un mensaje casi urgente: cerrar persianas y cortinas no es ya una opción estética, sino una necesidad para proteger el consumo energético en los hogares.
Técnicos consultados advierten de que, en determinados picos de demanda, este simple gesto puede marcar la diferencia entre un sistema estable y un colapso puntual. El problema, señalan, es que se está exigiendo al ciudadano una responsabilidad que debería recaer en la gestión del Gobierno.
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La hora crítica que marca el antes y el después
El aviso fija como franja clave las primeras horas de la noche, cuando la falta de luz solar dispara el uso de calefacción o aire acondicionado y la red eléctrica sufre más. En algunos territorios se habla ya de “proteger la vivienda antes de las 20:00”, aunque la hora exacta varía según el consumo acumulado de cada región. La sensación general es que la ciudadanía vuelve a responder con medidas caseras ante un problema que exige una estrategia energética sólida.
Hogares que vuelven a sentir la presión
En barrios urbanos y zonas rurales ya circula la consigna: “persianas abajo antes de que caiga el sol”. Una frase que recuerda demasiado a épocas en las que el suministro energético era frágil e incierto. Para miles de familias, el mensaje ha generado inquietud y enfado, pues mientras se les pide blindar sus casas para ahorrar unos pocos euros, el precio de la luz continúa marcando récords. Siete comunidades han dado el aviso, pero el número podría multiplicarse en cuestión de días.
Una señal de que el sistema está al límite
Expertos en eficiencia alertan de que esta recomendación, aparentemente inocente, revela algo mucho más profundo: el modelo energético actual no soporta la demanda sin trasladar sacrificios a la población. Lo que hoy es cerrar persianas, mañana podría convertirse en restricciones programadas o apagones selectivos si la situación no mejora. Y ese escenario, reconocen, ya no es una exageración futurista.












