La administración republicana vuelve a salir en defensa de los cristianos masacrados por la barbarie islamista
El Gobierno de Donald Trump ha reafirmado su compromiso de proteger a las comunidades cristianas atacadas en Nigeria, anunciando nuevas medidas migratorias dirigidas a quienes participen o respalden esa violencia.
El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, informó este miércoles de que Washington impondrá restricciones de visado a ciudadanos de Nigeria y de otros países —no especificados— como respuesta a los “asesinatos masivos” y a la creciente violencia ejercida por grupos terroristas islamistas.
Medidas contra responsables de violaciones a la libertad religiosa
Rubio explicó en un comunicado que Estados Unidos tomará acciones firmes frente a los ataques cometidos por “terroristas islamistas radicales, milicias étnicas fulani y otros actores violentos en Nigeria y más allá”.
Según detalló, una nueva política basada en la Ley de Migración y Nacionalidad permitirá limitar la emisión de visados a personas que:
- Dirijan,
- Autoricen,
- Financian o apoyen de manera significativa,
- Participen o cometan violaciones graves de la libertad religiosa.
La medida también podrá aplicarse, cuando corresponda, a los familiares directos de los involucrados.
Rubio recordó las palabras del entonces presidente Donald Trump, quien afirmó que Estados Unidos no permanecerá pasivo mientras ocurren estas atrocidades en Nigeria y otros países. La política estará vigente tanto para Nigeria como para cualquier gobierno o individuo implicado en ataques contra la libertad religiosa.
Aumento de la violencia en Nigeria
Trump ha denunciado recientemente la escalada de ataques contra comunidades cristianas en Nigeria, incluso insinuando posibles acciones militares si la situación continúa agravándose.
Gran parte de esta violencia se concentra en el norte del país, donde operan Boko Haram y su escisión, el Estado Islámico en África Occidental (ISWA). Sin embargo, en los últimos años también se ha observado un incremento de la inseguridad en áreas del centro y el oeste de Nigeria, impulsada por bandas armadas y redes criminales que recurren al secuestro para financiar sus actividades ilícitas.












