Disturbios en Mercadillos Navideños de Bruselas y Milán con mofas a la fe cristiana para celebrar la ‘conquista islámica’ de Europa
En una noche que debería haber sido de celebración y paz, las inauguraciones de los mercadillos navideños en ciudades como Milán, Bruselas y otras capitales de Europa se convirtieron en escenarios de caos y confrontación.
Grupos de inmigrantes mayoritariamente magrebíes, en manifestaciones no autorizadas, irrumpieron con bengalas, insultos a los cristianos y mofas a la fe cristiana, gritando «Alá es grande» (Allahu Akbar) mientras aterrorizaban a familias y niños.
Estos incidentes, ocurridos la pasada noche del 2 de diciembre de 2025, son el último reflejo de la deriva de Occidente de Europa, invadida por una inmigración masiva y descontrolada que prioriza la tolerancia progresista sobre la preservación de nuestras raíces culturales y religiosas.
En Bruselas, un grupo de musulmanes rodeó el mercadillo navideño, lanzando bengalas y humo que hicieron llorar a niños cristianos y obligaron a las familias a huir en pánico.
Protestas pro-Palestina
Lo que comenzó como una protesta pro-Palestina se transformó en una celebración de conquista islámica, con cánticos estridentes que ahogaron la música navideña y vandalizaron símbolos cristianos, como la decapitación de una figura del Niño Jesús.
Testigos describieron escenas de terror, donde los invasores no ocultaban su desprecio por las tradiciones occidentales, afirmando que Europa está «de rodillas» ante esta ocupación cultural.
La turba musulmana
La policía, limitada por políticas de tolerancia gubernamental, luchó por restaurar el orden, pero el daño ya estaba hecho: padres agarrando a sus hijos mientras los gritos de «Allahu Akbar» resonaban en un espacio dedicado a la Navidad.
En Milán, la situación fue igualmente alarmante. Una turba musulmana asaltó el centro de la ciudad, escalando estatuas y ondeando banderas militantes mientras lanzaban insultos y cánticos para intimidar a los asistentes.
Lo que debería haber sido una noche de luces y tradición se convirtió en un espectáculo amenazante. En redes sociales se ha destacado la creciente presencia islámica en Italia en la noche de ayer.
Incidentes similares se reportaron en París y otras ciudades francesas, donde grupos inmigrantes interrumpieron con música árabe estridente y provocaciones directas. Es más que previsible, si no ha sucedido ya, que estos ‘eventos’ fuercen cancelaciones de programas navideños por amenazas terroristas.
Conquista implacable del Islam en Europa
Esta ola de disturbios no es aislada… Es el resultado de años de políticas progresistas y globalistas que han permitido una inmigración sin control. Con ella, se han priorizando los derechos de los recién llegados sobre la seguridad y la identidad de los europeos nativos. Gobiernos como el belga y el italiano, bajo influencia izquierdista, han sido históricamente transigentes, permitiendo que estos «invitados» impongan su agenda radical.
Como advierten observadores, Europa se enfrenta a una conquista sutil pero implacable. En ella, los mercadillos navideños –símbolos de nuestra herencia cristiana– se convierten en campos de batalla. Y como apunta VOX, es más necesaria que nunca la defensa de nuestras fronteras. Son esenciales para revertir esta deriva antes de que sea demasiado tarde.
La Navidad debe ser protegida, no profanada.
