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A Juan Soto Ivars, con cariño

No voy a juzgar a Soto Ivars por una opinión,

Crítica a Soto Ivars: análisis político o simple opinión

No voy a juzgar a Soto Ivars por una opinión, pero leyendo su último artículo me ha dado por pensar que está un poco pa’llá.

A Vox lo asesina lo que mató a Podemos, así se llama la nueva criatura del murcianico en El Confidencial, y cuando uno se adentra a destripar a la bestia, se encuentra con ideas de otros y elucubraciones hiladas con la aparente intencionalidad de que todo encaje de forma sencilla, como si un partido político fuera algo baladí que pudiera describirse de la misma forma que un armario de Ikea.

En este artículo, Juanico utiliza algunas ideas de Anxo Bastos porque sabe que el jambo tiene mucha aceptación en el entorno internáutico y liberal, pero cuando de lo que hablamos es de cosecha propia, entonces el artículo cae en una suerte de batiburrillo de pensamientos y conclusiones a las que probablemente haya llegado de oídas.

Leyendo este artículo de Juanico, he recordado esta frase:

«Hace algunos años, cuando aún era joven y apenas tenía bigote, escribí un relato para criticar el desvergonzado carácter de los trileros: gente que persigue cosas improbables y que, pese a no conseguirlas, se gana la vida impartiendo cursos para ayudar a los demás a obtenerlas».

Y si he recordado esta frase es porque precisamente eso es lo que me ha parecido encontrar en las palabras de Juan: pensamientos triviales que caen en tópicos sin perspectiva, tratando de aleccionar a los demás sobre pensamientos triviales que caen en tópicos sin perspectiva.

¿Un análisis político o una opinión simplista?

¿Quiere esto decir que Juan sea un tipo trivial sin perspectiva? Pues claro que no, puede incluso que sea uno de los periodistas más capaces de los últimos años, pero en lo referente al análisis político —al menos el que ha cometido en este artículo—, da la sensación de que va tirando de mitos, incluso de que escribiera como para salirle al paso a la actualidad.

Por poner algún ejemplo que documente mi crítica, les transcribiré dos simples frases del artículo que muestran a la perfección mis pesquisas.

En un momento dado, mientras Juan escribe sobre la salida de Juan García-Gallardo, asegura lo siguiente:

«En la dirección nacional de Vox le prestaron a la queja de su líder regional más obediente tanta atención como merecía, y se pasaron su opinión por el forro».

Como comprenderán, este tipo de aseveraciones solo puede hacerlas quien utiliza el análisis político como una simple descarga emocional, pensando que tal vez la gente no se dará cuenta del truco que consiste en sustituir el análisis por la opinión.

Un poco más adelante, Juan escribe lo siguiente:

«Vox nació al mismo tiempo que Podemos y le está pasando lo mismo que le pasó a Podemos. Era el partido de Ortega Lara y Vidal Quadras, y allí fueron a parar muchos peperos desafectos con Mariano Rajoy, liberales en su mayor parte pero más politizados con el género, el aborto o la inmigración, para juntarse con unos tipos más oscuros y religiosos que estaban sentimentalmente más cerca de la Falange«.

Simplificar la política: un error común

Este tipo de afirmaciones son, desde mi punto de vista, las que convierten un artículo que podría haber sido aceptable en algo que raya lo estentóreo porque, aunque pudiera tener parte de razón, tratar de simplificar la trayectoria de un partido como Vox, con más de 3 millones de votantes, en una simple frase con aspiraciones de ensayo generacional, me suena a memoria histórica de la mala, de esa que pretende vendernos la izquierda más rancia para que solo sepamos lo que ellos quieran, para que solo miremos las consignas que a ellos les interesen.

Pero claro, los que no nos dejamos engañar por los emblemas facilones de la izquierda, sabemos que tratar de describir un partido y su trayectoria con encajes de bolillo ideológicos no es algo que merezca la pena siquiera analizar.

No obstante, de vez en cuando es necesario cantarle las cuarenta a estos analistas de todo, y decirles que dejen de joder la marrana, una expresión que, si bien pudiera parecerles irreverente, viene ni que pintada para lanzar el mensaje de que no todo vale a la hora de engañar al personal.

Y es que, si usted lee el artículo de Juan, encontrará afirmaciones tan contundentes y a la vez tan alejadas del análisis auténtico como las que les acabo de citar.

Conclusión

Juan es un tipo listo, nadie lo duda, pero de ahí a poder analizar lo que pasa en un partido que probablemente solo conozca de oídas, tratando además de compararlo con la peor escoria política que ha tenido España, que es Podemos y sus sucedáneos, va un mundo. Un mundo mundísimo.

También está la opción de que su artículo fuese un simple comentario de opinión enaltecida, algo para desahogarse sobre el asunto.

De ser así, retiro todo lo que pudiera haberle ofendido y le mando un besico murciano de pura cepa.

¿Entienden ustedes que esto no es serio?

Postdata

La frase que me ha hecho recordar el artículo de Juan pertenece a mi novela “La máquina del fango”, y no pienso disculparme por esta promoción, ya que todo esto lo estoy escribiendo gratis.

1 Comment

  1. Alvaro Garcia Gonzalez
    Jue 06 febrero 2025 @ 16:23

    Si solo fuera por una opinión, pero son unas cuantas así.

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