El ex ministro de transportes lleva en la cárcel de Soto del Real desde el pasado 27 de noviembre
El exministro de Transportes José Luis Ábalos ha protagonizado este jueves su primer encuentro íntimo en prisión con su pareja, Andrea de la Torre, en el centro penitenciario de Soto del Real, donde permanece en prisión provisional desde el pasado 27 de noviembre por orden del Tribunal Supremo.
Según publica Ok Diario, Ábalos disfrutó de dos horas de visita privada tras recibir la autorización correspondiente, en el marco de la investigación que lo sitúa como presunto implicado en una trama de corrupción relacionada con la compra de mascarillas durante la pandemia.
Primer contacto físico tras cumplir los requisitos penitenciarios
El vis a vis tuvo lugar una vez que la pareja cumplió con las tres visitas previas a través de mampara, condición exigida por el Reglamento Penitenciario antes de permitir encuentros íntimos. Se trata del primer contacto físico entre ambos desde el ingreso del exdirigente socialista en prisión.
La cita se desarrolló en el edificio de Comunicaciones del centro penitenciario, en una de las salas habilitadas para este tipo de encuentros, equipadas con cama, baño y mobiliario básico. A partir de ahora, Ábalos podrá solicitar un vis a vis mensual, ya sea de carácter íntimo o familiar.
Estrictos controles de seguridad y atención mediática
Antes de acceder a la estancia, tanto Ábalos como su pareja fueron sometidos a los protocolos habituales de seguridad, que incluyen registros exhaustivos y la prohibición de introducir objetos personales o dispositivos electrónicos. La visita se desarrolló sin incidentes, aunque bajo la atención mediática constante que rodea al exministro desde su imputación.
Vida en prisión y espera de juicio
Mientras continúa la instrucción judicial, la rutina diaria de Ábalos en prisión transcurre entre la lectura, el uso de zonas comunes del módulo y la convivencia con su exasesor Koldo García, con quien comparte celda. Ambos se encuentran en prisión provisional y sin fianza, a la espera de juicio por unos delitos que podrían conllevar penas de hasta 30 años de cárcel, según la Fiscalía y las acusaciones.
El juez Leopoldo Puente justificó el ingreso en prisión por el alto riesgo de fuga, teniendo en cuenta la gravedad de los indicios y la severidad de las penas solicitadas. No obstante, el exministro ya se acoge a los derechos ordinarios del régimen penitenciario para internos preventivos, entre ellos los encuentros íntimos, concebidos para preservar el equilibrio emocional de los reclusos, tal y como recoge la normativa vigente.
