Manos Limpias denuncia por imprudencia grave a Francisco Martín tras el despliegue que dejó 22 agentes heridos por los violentos propalestinos
El delegado del Gobierno de Sánchez calificó de «éxito» el despliegue fallido con 22 agentes heridos. El escándalo que puede acabar en los tribunales, porque el Juzgado de Instrucción nº 45 de Madrid abrió diligencias previas contra el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, tras la denuncia que presentó el sindicato Manos Limpias.
La causa examina la planificación y ejecución del dispositivo de seguridad que se desplegó en la última etapa de La Vuelta a España en la capital, donde disturbios violentos provocaron la suspensión de la prueba y heridas a 22 policías nacionales, algunos de gravedad.
Denuncia que prohibieron a los agentes repeler a los violentos con los medios disponibles
Manos Limpias atribuye directamente la responsabilidad a Francisco Martín como máxima autoridad en seguridad del Estado en la región, y le imputa un presunto delito de imprudencia grave con resultado de lesiones, junto a posibles desórdenes públicos, desobediencia y prevaricación administrativa.
El sindicato sostiene que el operativo resultó insuficiente y mal dimensionado, pese a informes previos que alertaban de riesgos de incidentes, ya que el delegado habría impartido órdenes restrictivas que limitaron la actuación de las unidades antidisturbios en un contexto de tensión creciente.
Según la denuncia, los agentes salieron a la calle sin material adecuado ni refuerzos suficientes, lo que los dejó expuestos a ataques con vallas, botellas y piedras, mientras varios policías alertaron a superiores de que el dispositivo carecía de previsión. Cuando comenzaron los ataques, denuncian, los policías se vieron rodeados y superados, sin autorización para utilizar los medios necesarios para repeler la violencia.
‘Esto es política. Si matan o revientan a un guardia, les da igual. Un desastre y un ridículo internacional’
Uno de los agentes heridos, aportó un relato escrito que describe el caos y la desorganización vivida, recogido por The Objective. “El despliegue fue un desastre”, relató el agente, que denuncia que los violentos pudieron parapetarse con tranquilidad tras las vallas sin que se adoptaran medidas preventivas.
“Nos apalizan, nos ridiculizan”, escribió el agente, que añadió que varios compañeros se planteaban abandonar la unidad. “Esto es política. Si matan o revientan a un guardia, les da igual. Un desastre y un ridículo internacional”.
La investigación pondrá especial peso en la declaración de los 22 policías heridos, que Manos Limpias solicitó expresamente a través de su secretario general, Miguel Bernad, porque sus relatos reconstruirán el desarrollo del operativo y aclararán si existieron instrucciones concretas que impidieron seguir protocolos habituales.
