«Nos dicen que es voluntario y si te niegas te lo quitan» afirman
El conflicto entre el desarrollo de energías renovables y la agricultura tradicional se intensifica en la provincia de Jaén. Antonio Miguel, un olivarero del municipio de Lopera, ha alzado la voz contra lo que considera una presión injusta para ceder sus tierras al negocio de la energía solar. Según denuncia, se están expropiando fincas de olivar para instalar placas solares, pese a la oposición de los propietarios.
Expropiación forzosa de olivares en Jaén: ¿es realmente voluntario?
Antonio Miguel asegura que ha recibido propuestas para alquilar sus terrenos durante 40 años a empresas del sector fotovoltaico. Sin embargo, ha rechazado estas ofertas, ya que su deseo es continuar cultivando sus olivos, como lo ha hecho toda su vida. “No quiero dinero ni alquiler. Solo quiero seguir trabajando mi tierra”, declaró en el programa Espejo Público.
El agricultor advierte que la Junta de Andalucía está incentivando acuerdos entre propietarios y promotoras de parques solares, presentándolos como voluntarios. No obstante, muchos agricultores temen que estas negociaciones acaben en expropiaciones forzosas de terrenos agrícolas, si no se llega a un acuerdo.
“Nos dicen que es opcional, pero si te niegas, te lo quitan”, denuncia Antonio Miguel.
Manifestaciones contra los parques solares en tierras agrícolas
La preocupación por la pérdida de tierras de cultivo llevó a más de 150 personas y una caravana de 60 tractores a manifestarse en las calles de Lopera el pasado marzo. Los agricultores protestaron contra lo que consideran un intento de reemplazar olivares centenarios por grandes plantas solares. En su opinión, estas acciones amenazan el empleo rural y el sustento de muchas familias.
Las condiciones económicas: poco atractivas para los agricultores
Las empresas ofrecen a los propietarios unos 3.000 euros por hectárea al año, una cifra que puede igualar lo que genera un olivar en producción, pero sin beneficios laborales para la comunidad.
“Nos pagan lo mismo que ganamos ahora, pero sin trabajo y sin jornales para nuestros vecinos”, comentó otro agricultor afectado.
Riesgo para la identidad agrícola de Jaén
Los olivareros alertan de que aceptar estos contratos significa abandonar una tradición centenaria sin recibir una compensación justa. En este contexto, critican que la llamada transición energética no debería realizarse a costa del tejido agrícola de la región.
El caso de Jaén se suma a un debate creciente en toda España: ¿Cómo equilibrar el impulso hacia las energías renovables con la protección del campo y el respeto por quienes lo cultivan?








