“No quiero ni explicar cuántos niñitos de la porra me como en cada desayuno.”
Madre mía, otro tuit de Óscar Puente golpeándose el pecho. No, no… no es un tuit de Oscargután… son las palabras de Carlos Cuesta en modo engorile unchained. Flipante.
Vaya por delante que cualquier tipo de amenaza es detestable y sobre todo estéril. Es mil veces más poderoso intentar desentrañar el error en la posición del adversario y exponer un argumento, mejor aún si es propositivo, para ganar no solo la contienda sino una circunstancia mejor para ambos. Y es precisamente eso lo que intentaremos hacer aquí.
Entendí perfectamente lo sucedido en las elecciones generales del 23J cuando un viejo amigo, que hace años cayó seducido por la trampa que esconde la palabra progresista, me confesó que, a pesar de la evidente psicopatía de Sánchez, había vuelto a votar al PSOE. —¿Pero cómo? Si en nuestra última discusión concluimos que Sánchez representa la mayor amenaza a las libertades y a la democracia de nuestro tiempo. —Ya, ya —me contestó—, pero el PP gobernará con VOX y VOX está carcomido por una secta que se llama El Yunque, creo. Y no podemos permitir que gane el PP de la mano de una secta. Así que voté al menos malo, al PSOE. Gracias, Federico, pensé. Pero cuando la semana pasada vi a Federico asentir mientras Pedro Sánchez utilizaba su “argumentario putinejo” contra VOX, ya fue el acabose.
Después de las municipales y autonómicas, Sánchez estaba acabado. Prueba de ello fue la convocatoria de elecciones para frenar su caída en picado, el entregarse a entrevistadores de todo pelaje para defecar el relato sanchista y la súplica a la oposición de mil y un debates televisivos. Estaba acabado. Solo le quedaba una última esperanza, una última idea-fuerza en el fondo de la chistera: el terror a la ultraderecha. Y ese trabajo, Carlos Cuesta, esa campaña, Federico Jiménez Losantos, se la hicisteis vosotros. El sabotaje de la alternativa empezó magistralmente con María Guardiola en Extremadura y lo rematasteis en Libertad Digital, demonizando y bombardeando día y noche a uno de los dos pilares que sustentaban la alternativa en las psicotrópicas raves en que convertisteis las mañanas de esRadio, mientras pinchaba DJ Michavila el temazo “el PP tiene 750 escaños en el bolsillo, destruyamos a VOX”.
Así es como Sánchez volvió al poder. Os pilló de fiesta pepera, amigos. Y allí donde os pusisteis la medalla por la dimisión de Casado —recuerdo que una de vuestras colaboradoras lo deslizó, eso de que muchos decían que había sido gracias a Federico—, os lavasteis las manos ante la vuelta de Sánchez. Es decir, después de destrozar la pierna derecha de la alternativa, os limitasteis a decir que si no se ganó la carrera fue por culpa de VOX. No sé por qué, chico, pero me da a mí la espina de que algo tuvisteis que ver… No vayamos a caer ahora en la falsa modestia y a suponer que sois menos influyentes de lo que sois, ¿no?
Bueno… lo hecho, hecho está. Aprendamos de nuestros errores y sigamos adelante, pensaría alguien sensato. ¡Qué va! Estáis repitiendo punto por punto la misma estrategia. ¡Otra vez! De los yunkeros hemos pasado a los putinejos y de los putinejos a decir que Abascal es Pablo Casado. ¿Cuántas elecciones os queréis cargar? ¿No veis que el PP está ligado a VOX? ¡Para media España siempre estará ligado a VOX! Y demonizarlo es darle gasolina a Sánchez para que incinere al PP y a la alternativa con él.
¿Pero en esa empresa de la que estáis tan, tan, tan orgullosos, que rebosa orgullo por los cuatro costados, nadie lo ve? ¿No hay nadie en la casa del orgullo que se atreva a decirles a los jefazos que se van a cargar de nuevo la alternativa? Leedme bien, leedme, porque esta vez no habrá exusa que valga: ¡os la vais a cargar de nuevo! Y hay muchas probabilidades de que las próximas elecciones generales sean las últimas democráticas. Nos lo jugamos todo.
Me imagino que en vuestro oficio no se vive mal cuando gobierna la izquierda. Los medios de derecha se convierten en refugio para los que huyen de la propaganda del régimen, pero entended que somos muchos los ciudadanos que vemos, aterrorizados y en tiempo real, cómo vuestra ceguera nos está condenando a décadas de socialismo. Entended que los nervios están a flor de piel.
No me voy a meter en rollos de financiaciones, que podrán ser o no discutibles. Pero lo que salta a la vista, por encima de todo, es un ego y un orgullo mayúsculos. ¡Ah! ¿Que VOX se ha atrevido a ofenderme? ¿A mí, que me he sobrepuesto a todo perropichi? ¿Estos me van a ofender a mí? Antes acabo con ellos aunque hunda a España entera en el más oscuro régimen sanchista.
Señores de Libertad Digital, somos muchos los españoles que creemos firmemente que el objetivo no es quitar a Sánchez. España está infestada de socialismo; después de Sánchez vendrá otro. Igual que después de Zapatero vino Sánchez. El objetivo no es quitar a Sánchez, el objetivo es erradicar toda la basura legislativa e ideológica que el socialismo ha ido incrustando en la conciencia colectiva de España desde el PSOE de Felipe. Sí, ese Felipe al que votaba Feijóo.
Por ese motivo, somos muchos los españoles que no podemos callar ante el sometimiento del Partido Popular a las leyes e ideologías socialistas. ¡Que Pumpido está ahí gracias a su voto, Federico! ¡Que Sánchez consagró la discriminación por sexo en la Constitución gracias al voto del Partido Popular! ¿Quieren ustedes que siga? Porque la lista es tenebrosamente larga, pero mejor no, no sea que me llamen ustedes yunkero. La verdad, no sé muy bien qué significa, pero a priori no suena muy bien.
El conflicto VOX-Federico está destruyendo la alternativa. Les invito a que sean ustedes los primeros en la desescalada. Federico, haz algo inédito y realmente extraordinario: da tu brazo a torcer. —¿Por qué debería ser yo? Muy fácil: ¿recuerdas el discurso de Casado acusando a Abascal de chapotear en la sangre de las víctimas? —Pero si Casado ya no está, lo eché yo —me dirás. Sí, sí, Casado no está, pero todos los que aplaudieron como si no hubiera un mañana en aquella esperpéntica explosión de vítores y ovaciones siguen ahí… Ahí está Cuca, la de Kamala, sí… Los votantes de VOX han tragado mucho.
El futuro lejos de Sánchez pasa, para disgusto de propios y extraños, por el PP con VOX. Una guerra fratricida nos condena a todos. Sean los primeros en pararla. Hagan algo extraordinario.
Onvre Deconstruido









Mar 18 febrero 2025 @ 13:29
Si el presidente va a ser socialista tanto da Sanchez que Feijoo que Zapatero que Pablo Ilesias. Necesitamos un gobierno antisocilista.
Mar 18 febrero 2025 @ 15:28
No digo que no esté de acuerdo con el redactor, pero ¿de qué me sirve quitar un socialista para poner a otro socialista?
Soy consciente que PP y Vox se tienen que entender, pero esto es porque la gente cree que el PP es «derecha», o alternativa al PSOE al menos, pero ¿qué tipo de alternativa es aquella que pacta constantemente con el original, que además son aliados en Bruselas y que encima, donde pueden, no cambian nada de lo hecho por el socialismo? Pues eso… Lo mismo, pero de color azul…
De nuevo ¿de qué me sirve cambiar un socialista por otro socialista?