El FBI ya ha desmantelado un complot islamista destinado a atentar en la Nochevieja en Los Ángeles
En un triunfo rotundo de las fuerzas de seguridad bajo la Administración Trump, el FBI, dirigido por Kash Patel, ha frustrado un complot terrorista masivo planeado para Nochevieja en Los Ángeles, evitando una carnicería que podría haber costado cientos de vidas inocentes.
Cuatro extremistas del grupo Turtle Island Liberation Front (TILF) —descrito por la fiscal general Pam Bondi como una rama radical pro-palestina, antigubernamental y anticapitalista— fueron detenidos el 12 de diciembre en el desierto de Mojave mientras ensamblaban bombas caseras.
El plan, bautizado como ‘Operation Midnight Sun’, consistía en detonar simultáneamente artefactos explosivos improvisados (IED) en mochilas colocadas en cinco ubicaciones de centros logísticos tipo Amazon, a medianoche del 31 de diciembre.
Según el Departamento de Justicia y fuentes como Fox News y ABC News, la líder Audrey Illeene Carroll (30 años) redactó un manifiesto de ocho páginas detallando el ataque, admitiendo que sería «considerado un acto terrorista». Junto a Zachary Aaron Page (32), Dante Gaffield (24) y Tina Lai (41), reclutaron cómplices y planearon también atentados contra agentes de ICE con bombas tubulares.
Ideologías propalestinas
El asistente director del FBI en Los Ángeles, Akil Davis, declaró: «Estos bombas iban a explotar al mismo tiempo en medianoche de Nochevieja», alabando la intervención que evitó la catástrofe.
Los sospechosos enfrentan cargos por conspiración y posesión de dispositivos destructivos no registrados; la investigación continúa para identificar más implicados, según Reuters y Los Angeles Times.
Fuentes oficiales confirman que el grupo se inspiraba en ideologías radicales pro-palestinas, recordando cómo el islamismo radical y sus aliados izquierdistas siguen amenazando Occidente.
Este caso expone la peligrosa fusión entre extremismo pro-Hamas y anarquismo de izquierda, que justifica violencia contra civiles y fuerzas del orden. Y las soluciones tanto desde el departamento de Trump como en España con VOX son claras: deportaciones masivas, control fronterizo estricto y cero tolerancia al odio importado.
