Tendrá 56.000 placas en la localidad de Albillos y los agricultores lo recurrirán porque ocupará tierras fértiles
La cosa se pone negra en Albillos de Burgos y aquí lo contamos en LA BANDERA. A principios del pasado mes de septiembre, varios labradores de este pueblo y de Villagonzalo Pedernales denunciaron la intención de la compañía Green Capital Development III de construir un complejo de energías renovables al pie de la A-62. Formado por el parque eólico Desma, con 6 aerogeneradores, y una planta fotovoltaica compuesta por 56.000 paneles, la multinacional escogió una ubicación de ·muy alta producción” según los profesionales del campo.
Es un nuevo ataque del Gobierno ‘verde’ hacia Burgos.
A pesar de presentar innumerables recursos, el Ministerio para la Transición Ecológica acaba de otorgar la autorización administrativa previa y la de construcción de ambos complejos de energías renovables. “Presentamos una serie de alegaciones ante la Subdelegación del Gobierno de las que no hemos obtenido respuesta alguna”, reconocen los agricultores de Burgos afectados por el proceso de captación de terrenos. Ante esta situación, anuncian que no van a dar su brazo a torcer e interpondrán un recurso de alzada.
La resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas declara la utilidad pública del proyecto Desma Solar, lo que ayudará a acelerar los trámites y facilitará la instalación de los aerogeneradores y los paneles. “Estamos con mucha incertidumbre de si los esfuerzos que estamos haciendo valdrán para algo o no”, declaran.
Recelos de los pequeños labradores de Burgos
La buena calidad de la tierra en Burgos es el principal recelo que provoca la construcción del mega parque solar. Es por ello que los agricultores plantearon al inicio de la tramitación administrativa del proyecto que se ubicara en un terreno a un kilómetro del emplazamiento original. Sin embargo, lamentan que desde la multinacional que lo promueve se declinara su solicitud. “Somos unos 30 propietarios los que estamos en el ajo”, apuntan.
Aunque la mitad ya han firmado y cedido sus parcelas a la compañía, el resto se sigue resistiendo a sucumbir ante los cantos de sirena en forma de una aportación económica anual. “Somos muchos pequeños labradores. Al estar cerca de la ciudad son fincas de un tamaño no muy grande”.
Desde el colectivo de Burgos que sigue en pie de guerra contra la planta solar critican la posición de los ayuntamientos afectados por la construcción, a los que reclaman un mayor apoyo. El parque eólico ‘tocará’ los términos municipales de Arcos, Cayuela, Estépar, Cavia, Buniel y Albillos, mientras que las placas fotovoltaicas se distribuirán solo en los dos últimos. Además, la línea de evacuación de la energía hasta una subestación se adentrará en Buniel, Villalbilla, San Mamés, Tardajos y Rabé de las Calzadas.








