Durante el último año se han detectado 72 casos adicionales de mutilación genital femenina (MGF) en Canarias, según informa la organización Medicus Mundi en el marco del Día Mundial de la Tolerancia Cero contra la MGF. Este incremento, identificado por el Servicio de Salud de Canarias, alerta sobre el aumento de esta forma de violencia de género en las islas.
El fenómeno no se restringe únicamente a estas regiones, ya que se estima que alrededor de 5.000 mujeres y niñas podrían estar en peligro en otras partes del país. Esta realidad evidencia un problema que trasciende fronteras y desafía las políticas de prevención existentes. A pesar de que la MGF está penada por el Código Penal español y se reconoce como una grave violación de los derechos humanos, el creciente número de inmigrantes provenientes de países africanos, donde la práctica es común, ha intensificado la inquietud.
En el ámbito internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 230 millones de mujeres y niñas han sido víctimas de mutilación genital femenina. Esta práctica se concentra principalmente en 30 países de África, Oriente Medio y Asia, donde sigue siendo una costumbre profundamente arraigada, a pesar de los continuos esfuerzos globales para erradicarla.
Resulta curioso comprobar la poca cobertura mediática que tienen estos casos en España, pese a ser un país donde los colectivos feministas salen a manifestarse o quejarse por cualquier tontería, sin embargo esto no parece importarles mucho, solo son niñas.
